Catita viene de una familia humilde, son cuatro hermanos, Nenita de 9 años, Pepito de 7, Catita de 5 Lalita de 3 años. Esta familia es muy unida. Un día su padre enfermó gravemente, se quedó en cama, ya no se levantó. Su tía vino una mañana y llevó a su casa a todos los hermanos. Por la tarde la casa de su tía se llenó de flores y mucha gente entraba y salía. Su mamá lloraba mucho, al otro día todos salieron, se llevaron todas las flores. Catita y Lalita quedaron en casa. Después llegó su mamá, besó a Catita y se fue con sus hermanos. Catita lloró mucho porque quería ir con su mamá, pasó mucho tiempo. Catita siempre estaba triste, lloraba, quería estar con su papá; le dijeron a tu papá no lo verás más porque ha muerto. Catita no entendía, lloraba y gritaba llamando a su papá que viniera a buscarla. Pasaron los años, Catita fue a la escuela. A su mamá la veía muy pocas veces porque se fue a vivir a otro pueblo, pasó mucho tiempo sin ver a sus hermanos. Catita creció, le iba bien en la escuela, sacaba buenas notas, desde muy chiquita aprendió a tejer, a los 11 años vendió su primer tejido, fue ropa de guagua. La vida que llevó junto a sus tíos no fue buena, sufrió maltrato físico y verbal, Catita era una niña triste, delgada, su cabello muy largo y rubio lo peinaban con trenzas muy tirantes y apretadas, sufría cada día con el peinado. En la escuela había una profesora que la quería mucho y la ayudaba sin que sus tíos supieran. Cuando tenía 14 años esta profesora le sugirió, la alentó a que se fuera a vivir con su mamá y sus hermanos, así fue como una tarde del mes de marzo, tomó un vestido y ropa interior y mientras su tía conversaba con su hija aprovechó y salió corriendo de la casa, caminó toda la tarde, más de 14 kilómetros, preguntando, sufriendo la incertidumbre de ubicar la casa de su mamá y la inseguridad en cuanto al recibimiento que le brindarían, al inicio de su fuga quito las cintas que sujetaban las apretadas y torturantes trenzas y éstas fueron aflojando su presión y finalmente el viento contribuyó para que su pelo quedara suelto, libre, matizando sus dudas y temores con el agrado de un cabello en libertad. Finalmente llegó a la casa donde vivía su mamá y sus hermanos. Su hermana mayor, Nenita, se había casado, tenía dos hijos, sus hermanos se alegraron al verla llegar pero su mamá lloró. Catita, después de lavarse y quitarse el polvo del camino, comió la mitad de una rica sandía. Al llegar del trabajo su hermano Pepe se alegró de verla, al igual que su padrastro y su cuñado, todos conversaban muy alegres y querían saber como había llegado.
No había pasado una hora cuando aparecieron dos carabineros a caballo preguntando por Catita y con órdenes de llevarla de vuelta con su tía. Su mamá y hermanos mayores conversaron con ellos explicándoles que estaba en casa de su madre y no iban a dejar que la llevaran, ya Catita no quería vivir más con su tía y así fue que se quedó a vivir con su mamá.
Poco duró la alegría a Catita, a la semana siguiente su hermana menor, Lali, comenzó a enojarse porque prestaban más atención a Cata comprándole ropa y zapatos, además su mamá pensó que la Cata ya debía trabajar, así que escribió a su hermana que trabajaba en Santiago pidiéndole buscar empleo a la Cata. En menos de un mes la Cata y su mamá viajaron en tren a Santiago, su tía la presentó a su patrona y quedó trabajando de empleada para el aseo y servir a la mesa. Pasan los días y Cata cayó bien a sus patrones, comienzan a tratarla con cariño, le compran ropa bonita y cuando salen la llevan y la presentan como sobrina a sus amigos, salen de paseo, la llevan al cine, al parque, al zoológico. Cata queda maravillada con los animales. Poco le duró la felicidad a Cata pues un día llegó su mamá a buscarla, su hermana Nena estaba enferma, había que cuidarla y ayudar en los quehaceres de la casa, así Cata volvió al campo. Pasaron los meses, Nena mejoró pero Lali discutía mucho con Cata, a veces peleaban, su mamá defendía a Lali, pasó un año más, Cata se sentía como pollo en corral ajeno. Conversó con Pepe, su hermano, ella quiere irse de la casa y él le aconseja que se quede, le dice que quiere conocer un muchacho, pololear y casarse, él se ríe, ella esta decidida. Conoce a un joven, Pepe apoya, lleva y trae recados, Piden permiso a la mamá para pololear, el pololeo termina en matrimonio. Cata espera ser muy feliz