lunes, agosto 04, 2008

¿Hablemos de nuestras arterias?

Un asunto interesante y siempre, para los adultos mayores, de actualidad. Pero previamente conversaremos de geografía.
¿Geografía con arterias? Otra vez el Alzheimer del Chocho.
Washington es la capital de ese pequeñito país del norte que se llama Estados Unidos, esto es oficial, legal, declarado. Lo que no tiene esas formalidades y muchos lo sostienen y defienden a brazo partido es que Nueva York es la capital del mundo. Así, capital del mundo. Dentro de sus límites de ciudad tiene cerca de nueve millones de habitantes y su región metropolitana, algo como Las Condes y Pudahuel, San Miguel y Huechuraba a Santiago, la región metropolitana de Nueva York tiene treinta millones de habitantes. En ese lugar se ha prohibido, repetimos prohibido, el uso de grasas trans en la alimentación humana. Si usted lee o escucha el término “Ácidos grasos trans” es la misma cosa. Dicha prohibición anunciada algunos meses antes comenzó a regir con todo su rigor el 1 de julio. .Esas grasas tan terminantemente vetadas las produce la industria agregando hidrógeno a grasas y aceites comunes por los siguientes motivos: Aumentan la durabilidad de los alimentos evitando que se enrancien. El dorado y el crujiente de las papitas fritas que tanto gustan, posiblemente usted las consume con deleite, tienen ese aspecto y sonido por la grasa trans. Las galletas y muchos alimentos de repostería, los helados, alfajores y bollos, algunas margarinas, las salsas y la mayoría de los componentes de larga duración que usamos para la mejor presentación y sabor de las preparaciones en la cocina tienen grasas trans. Todas en pequeñas cantidades. Sume esas pequeñeces en todas sus comidas diarias y todos los días, el total diario, seguramente, excede el máximo considerado no peligroso. Ya le hablaremos del resultados estadísticos a nivel mundial Se nos quedaban afuera las hamburguesas y toda la apetitosa serie de comidas rápidas que tienen grasa trans en sus componentes y cuyo consumo permite hablar de millones de unidades.
Después de enumerar los beneficios que el uso de la pobrecita grasa trans proporciona, su eliminación parece cosa de locos.
Ocluyen las arterias lenta, callada, insidiosamente. Debemos, tenemos la obligación de repetirlo: OCLUYEN LAS ARTERIAS sin que usted lo note. Y esa oclusión causa accidentes vasculares diversos. Cada año los accidentes cardiovasculares acaban con la vida de 17,5 millones de personas.
Chocherías conoce el argumento irrazonable, dañino, usado por algunos: “De algo hay que morirse”. Esos 17 y medio millones de personas llegaron a la muerte después de largo tiempo, a veces varios años viviendo unicamente para asistir a controles médicos, exámenes de la más variada índole, clínicos, radiológicos, registros de esfuerzo, registros de presión y pulso, portando aparatos pegados a su cuerpo por 24 o 48 horas y muchos de los millones de personas aludidas vivieron postrados en cama o en silla de ruedas. De algo hay que morirse, al nacer dimos nuestro primer paso hacia la muerte. La calidad de vida depende de múltiples factores muchos inaccesibles a nuestra capacidad de manejo y algunos, tal como este que comentamos podemos interesarnos en controlarlo.
Quienes, por desconocimiento, por incredulidad, por indiferencia o por falta de apoyo solidario van a completar este año esa enorme cifra estadística o van a integrar la del próximo año tienen en este momento una pésima calidad de vida. Defiéndase, lea las etiquetas de todos los productos alimenticios elaborados. Los términos grasas trans o grasas saturadas le están diciendo “No me compres” Los fabricantes cumplen con los mínimos, usted puede consumir muchos mínimos y totalizar un ¡Peligroso!
Si la etiqueta del producto que tiene en sus manos informa de sus componentes en letra tan pequeña que es imposible leerla ¡hágase cargo! Le están haciendo una trampa, haciendo imposible la lectura de las peligrosas grasas saturadas y grasas trans. Si no puede leer la etiqueta busque otro producto que si le informe de sus componentes.
¿Cree usted que este artículo, que está terminando de leer, tan básico y primario, puede contribuir a la buena calidad de vida de una persona que usted estima o ama? Déle a leer este Chocherías o, si le es posible sáquele fotocopia y se lo regala.

Bubo metiendo la cuchara con las arterias

Días atrás en un diario local leo que Japón impondrá fuertes multas a empresas que tengan trabajadores obesos, la medida apunta a combatir el sobrepeso estableciendo que todos los empleados deben chequear una vez al año el diámetro de su cintura; 89 cm las mujeres y 85 cm los hombres. Si superan la norma, tienen tres meses para bajar de peso antes de la sanción

Matapiojo.

Alega Tontín: -Hay que ser harto ocioso para estar escribiendo de botones y ojales. ¡Cómo no va a tener algún tema más interesante! En una de estas va a escribir acerca de un matapiojo que tiene lesionada el ala derecha y la pata izquierda.
Si acogemos la amable bien educada proposición de Tontín cuantos treintones, cuarentones, jovencitos y niñitos necesitarían información previa respecto al “matapiojo”. Iniciamos una encuesta. Después de preguntar a varias una señora recuerda que su padre contaba de cazar matapiojos, un insecto que sobrevolaba los charcos de agua, lo capturaban con un alambre enrollado en forma de bola, del tamaño de una manzana grande, que ataban con una cuerda de uno a dos metros de largo y hacían girar velozmente por sobre la cabeza produciendo un fino zumbido al que se agregaba en cantito monótono “poroto poroto……poroto poroto” Algunos huían y otros eran atrapados por la bola de alambre. En algunas oportunidades eran muy abundantes y había para competir quien atrapaba la mayor cantidad. El record estaba por los seis o siete ejemplares. La segunda pregunta fue ¿Qué otro nombre tenía el matapiojo? Una jovencita recordó –En un programa de la televisión de un profesor de color rosado se dijo que matapiojo era un chilenismo que se aplicaba por igual a la libélula y al caballito del diablo los que en realidad son diferentes aunque muy parecidos. ¿Se fijan, amables lectores? Una señora recordó que su padre, una jovencita -que en la tele. Y los hombres, ninguno, ni una palabra. ¿No tenemos boca, no tenemos memoria? Va siendo tiempo que gritemos “Machistas del mundo uníos” Después de este necesario llamado proseguimos:
Un libélulo joven, en edad casadera, percibió el fino zumbido de la bola de alambre y oyó el hipnótico –poroto poroto- la tentación de acercarse y el temor de acercarse fueron simultáneos, pasó la bola, no lo cogió pero la violencia del viento que producía lo arrojó a tierra golpeándose fuertemente y vio que uno de esos demonios llamados niños corría a cogerlo, a pesar que el golpe le dañó un ala derecha y una pata izquierda logró huir, la mano del demonio estuvo a un centímetro de él…y escapó.
Lejos, muy lejos del antro donde pudo perder la vida había una pequeña charquita y no había demonios a la vista, un lugar ideal para un buen descanso y un examen a sus daños. Era joven y fuerte, cicatrizarían dejándole algunos inconvenientes, al pararse no sería más el gallardo libélulo pues, de pie tendría una fea inclinación y al volar. –las libélulas no caminan, sólo vuelan- tendería a describir un círculo en vez de hacerlo rectamente, ya no podría pensar en buscarse una bella novia y moriría solterón. De todos modos la vida debía ser vivida.
Había tanta paz y quietud en el lugar que su espíritu logró conformidad y después de sus sensatas decisiones se durmió. Despertó, instintivamente buscó en todo el contorno la presencia de demonios, no los había y cerca de él lo contemplaba una libélula joven como el mismo. Demostró que no estaba dispuesta a perder tiempo y dijo: -¡Hola! Me llamó Libel. -¿Y tú?. -Me llamo Belu- y a su mirada interrogativa dijo –Un zumbador de los demonios llamados niños me arrojó a tierra, escapé con los daños que ves, ya decidí conformarme con este nuevo estado porque la vida es hermosa si decidimos que así es, aún cuando viva solitario. –Solitario ya no, soy desde ahora tu compañera, hasta, como dicen y no cumplen los demonios adultos, “que la muerte nos separe”.
¿Le gustó? Si se encuentra con Tontín sáquele la lengua o. más bien, dígale que sugiera otro tema del cual escribir.

Frase del Mes

"El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra."
Platón

Nueva víctima de esta vida ¿Moderna?

Las autoras del libro “En Rucamábhida” se reúnen en “Los Héroes” el segundo lunes de cada mes para satisfacer su “vicio” de escribir la poesía o relatar el cuento. Las sesiones son animadísimas, con un norte, literatura; un objetivo, otro libro; y un propósito, disfrutar de la compañía de las otras autoras y un placer agregado, -darle poca bola al único viejo del grupo que pretende revisar tareas que nadie le trae.
Tras dos horas de taller, todas o la mayoría acuerda un almuerzo en un restaurante céntrico. Es política de Chocherías no realizar propaganda ni gratuita ni remunerada y por ello no dice que se trata del “Vieja Pared”. Almuerzo y taller redondean un grato día, se ha utilizado tiempo en la práctica de un arte bello, disfrutado de un gustoso almuerzo y complacido en la amistad de otros humanos. Después cada una parte a otros quehaceres, hay cinco que regresan a otras comunas.
Este lunes una de ellas, Vevita, antes de media hora se vio enfrentada al lado opuesto del diario vivir, la vida del dolor, pena, ira e impotencia. Compró medicamentos y al llegar a la caja para cancelarlos no estaba la cartera dentro del bolso donde la había metido. Habían practicado en él un gran corte por donde le sustrajeron la cartera.
Pérdidas: Una suma de dinero equivalente a sus gastos de alimentación durante un mes. Los indispensables adminículos, peineta, tijeritas, pinzas, cortaúñas con su correspondiente limita, sus afeites, ¿cómo una mujer que sale a ver y dejarse ver, que quiere estar atenta a la vida comunitaria para escribir sobre ello, puede hacerlo sin sus afeites? Son de tipo económico, no puede permitirse marcas francesas, pero le quitaron el dinero y no podrá reponerlos tan pronto; algunas amigas solidarias le proporcionarán un poquito de esto y un pegadito de lo otro. Una cadenita de plata con una medalla de san Pío, recuerdo de gran valor sentimental. Afortunadamente no iban en la cartera su cédula de identidad ni alguna tarjeta de crédito, estaban en el bolso, fuera de la cartera. Esa pérdida la habría obligado a trámites inmediatos de denuncias y bloqueos. ¿Con que dinero se habría movilizado?
Al salir de su casa en la mañana, alegre con la perspectiva del taller, dice a su vecino:-Voy a Rancagua, se le ofrece algo. –Si vecinita, este remedio, le entrega un papel con el nombre del medicamento y diez mil pesos que incrementaron el monto de lo robado y también el monto de los compromisos “por pagar”. de Vevita. Pero lo primero, conseguir dinero para comprar los medicamentos que no pudo adquirir por el robo y que son indispensables a su buena calidad de vida.
Esta chocha es una hábil y prestigiada pantalonera, ¿cuantas horas de trabajo necesitará para recuperarse del daño material? Hay otros perjuicios que permanecen largo tiempo: temor, desconfianza de la vida y de las personas, y la pregunta sin respuesta ¿Porqué a mi?
Triste epílogo para un animado y provechoso taller y un almuerzo donde la amistad y la alegría fueron los invitados de honor.

Historia de brujos. Autora Roster.

En río Oscuro cerca de Termas del Ganso ocurrió algo de lo que yo fui testigo. Sucedió en la casa al lado del puente donde vivía una familia muy conocida que amasaba pan para vender. Mi madre y yo estábamos de visita en esa casa, corría el año 1950. Una noche sentimos pasar un tue tue, contaban que pasaba a menudo. Mi madre esa noche tuvo un raro impulso y rezó “Cruz venció, cruz vencerá, quien murió en ella nos protegerá.” El pájaro cayó al techo y luego al corredor gritando y huyendo del perro que lo perseguía furiosamente. Mi madre y una niña de diez años, llamada Luchita, decían verlo y que parecía un pollito, los demás habitantes de la casa sólo veíamos a un perro ladrando al aire y persiguiendo nada. Finalmente el perro saltaba furioso hacia una altura de donde parecía emitirse los quejidos, cansado se echó en el mismo lugar, no abandonaría a su presa Los quejidos, más alejados, no cesaron y cercano el amanecer se escuchó un coro de cantos tue-tue y los quejidos se alejaron con el coro. Todos oímos y nadie vio.
En esos tiempos había al otro lado del puente un campamento de la mina El Sargento y antes de la entrada un banco de madera. Concurrimos con Luchita al campamento en petición de teléfono para llamar a Rucamábhida y sentado en el escaño había un anciano de la vecindad conocido como Peuco Malulo y motejado como brujo por las gentes del lugar.
El viejo nos preguntó como estaba el camino para el otro lado del puente y le contestamos que bueno, el contradijo que no “No está bueno porque ahí echan los perros a los pasajeros” Nos dio mucho miedo y huimos hacia el campamento. A la vuelta ya no estaba.
El perro enfermó y murió en pocos días.
Luchita es actualmente la propietaria de la casa en que ocurrió el suceso narrado, continúa con la amasandería y viven con ella hijos y nietos.
¿Quiere corroborar mi historia? La casa está en río Oscuro, cerca de Termas del Ganso, al otro lado del puente.

El Pajarito Cantor. Autora Cardelina de los Ángeles.

  • En lo alto de una rama// un pajarito cantaba.// Al pie el árbol, serena,//
    Una niña lo escuchaba.
  • Desde el techo de una casa// un gatito preguntaba:// ¿Qué tendrá la niña// que está tan triste y callada?
  • Despacito como pudo// hasta el suelo se bajó,// se acercó muy lento a la niña// y a su lado se sentó.
  • La niña con su manito// acarició su nariz// ¡Chits! No asustes al pajarito// que viene a cantar para mi.
  • La niña lo tomó en sus brazos// y al oído ella le habló// Te voy a contar un secreto// que en mi alma guardo yo.
  • Cuando era muy pequeña// un hermanito mamá me dio// a las pocas horas de nacido// cerró sus ojitos y al cielo voló.
  • Por eso cuando estoy triste// aquí me vengo a sentar.// él con su lindo canto// me viene a consolar.

Tontín copia anécdotas de Historias de la Historia.

Preguntaron a un chino que andaba en el extranjero si en su país había buenos médicos.
-Muy malos, respondió, -pero hay un muy bueno, el doctor Ping, que me salvó la vida.
-¿De veras? ¿Cómo fue eso?
-Yo estaba un poco enfermo. Hice llamar al doctor Hong Fu. Me recetó una droga. La bebí. Me puse peor…Hice llamar al doctor Fon Yeu. Me recetó otra droga. La tomé. Creí que me moría…Hice llamar al doctor Ping. Contestó que no podía venir. Me he curado.

Bisnietos.

Álvaro y Gustavo, los conocí el domingo, ya eran hombres de experiencia, dos días de vida. Sanos, robustos, bien formados y que bellos son. Que Dios les conserve a la madre, columna central de la familia humana, al padre y al hermanito mayor, Bastián, cinco años.
Álvaro y Gustavo son mis bisnietos décimo y undécimo.
También pido a Dios que guíe e ilumine a estos padres y a todos los padres del mundo en la debida y correcta crianza formando seres humanos más humanos y más solidarios.

Cosas del banco… Autora Leslie.

Pepona se levantó y se dirigió al banco, tenía que llegar antes del cierre de este, como es dormilona se levantó justo a la hora así que tuvo que correr un poco, el motivo por el cual ella tenia que ir al banco era porque iba a cerrar su cuenta de ahorro joven , que le habían ofrecido cuando entró a la universidad a estudiar , esta cuenta no tenia cobro alguno, pero solo mientras ella no cumpliese 24 años que era la edad en que el banco pensaba que ella ganaría dinero
El gran problema era que a ella se le ocurrió ir a cerrar la cuenta tan solo tres días antes de cumplir sus 24 años, lo que ella nunca imaginó ni siquiera siendo el ser más pesimista era que al momento de llegar al banco “Cuide su platita”, se encontraría con la sorpresa de que el banco se había convertido en un delincuente y que le había robado su dinero, que si bien no era mucho, era harto para ella. Al hablar con el encargado Don Jacinto le dijo que su dinero no figuraba en su cuenta y al buscar la razón de lo ocurrido, le comentó que el banco en vista que ella no había hecho ningún movimiento en su cuenta le había confiscado su platita y lo había trasladado a una cuenta propia del banco y que para sacarla de ahí tenía que hacer muchos tramites burocráticos en el banco. La derivaron a hablar con la señora Alba Zanahoria, que era una señora muy empática y entendió todo el problema de Pepona , pero aparte de entenderla no le dio ninguna solución, ni tampoco le dio seguridad de que el banco le devolvería su dinero, ella se retiro indignada , furiosa , casi maldiciendo al mundo y pensó para ella misma que era un ser materialista, pero eso tampoco la hizo sentir menos rabia en contra de este nuevo delincuente disfrazado de buena institución que era el banco. Llegó a su casa y les contó su problema a sus padres y hermanas que se sorprendieron que el banco actuara así, si se supone que el banco cuida nuestro dinero y no lo roba, pero ella les dijo que no todo estaba perdido para ella ya que le habían dicho que tenia que ir otro día para ver que pasaba, porque tenían que remitir la información desde la sucursal en donde se encontraba el ejecutivo que abrió su cuenta
Al transcurso de algunos días volvió al banco, pero nuevamente la señora Alba Zanahoria le dijo que la entendía y comprendía su enojo por las molestias causadas, pero que aun así no tenia respuestas y tampoco la certeza de que le devolverían el dinero, Pepona se molesto y le dijo que porque ocurría esto, si era absurdo que el banco le quite su dinero, si los bancos están hechos para que uno guarde su dinero y que estaba muy molesta y que si era necesario ella hablaría con las autoridades pertinentes
La señora Alba Zanahoria, le preguntó si ella tenía un teléfono para llamarla y que cualquier novedad ella la llamaría, cosa que no sucedió
Trascurridos los días y sin ninguna noticia, Pepona va nuevamente al banco y la señora Alba, después de hacerla esperar mucho rato, le dice que la solución a su problema se resolvería si ella llenaba un formulario y que de esta forma el banco Cuide su platita, emitiría un vale vista a su nombre, con el monto que ella tenia, llenó el formulario y se fue a su casa, en el formulario decía que en cinco días hábiles tendría respuesta
Así que al paso de una semana, Pepona nuevamente se dirigió al banco y habló con Don Jacinto que le dijo que no había nada para ella, pero que iría a mirar por si acaso, mientras ella esperaba apareció la señora Alba y le dijo que no había nada, que casi había ido a perder el tiempo, en eso llegó el amable señor Jacinto con el vale vista en sus manos para felicidad de ella, pero su felicidad duró solo minutos cuando vio la fila kilométrica que tenia que hacer para cobrarlo, pero como quería salir ya de este “cacho” que resultó ser para ella que se armó de paciencia y tiempo, se puso a la fila y esperó que esta avanzara, después de eternos 30 minutos llegó a la meta y recibió su dinero, mientras esperaba llamó a su padre Don Citeo para que la pasara a buscar porque la muy flojota no tenía ganas de caminar y tampoco quería correr el riesgo que alguien la asaltara después de todo lo que había tenido que hacer en la lucha por su platita, pero para su desgracia quedaba un tramite más ¿cual? cerrar la cuenta la primera cosa, por la que ella fue al banco, Don Jacinto le facilitó un formulario para que así pudiese por fin desvincularse del banco al cual a esas alturas ya odiaba… después de firmar y finiquitar todo, le pasaron una copia de lo que firmó y ella por fin pudo irse feliz de la vida a esperar a su padre que demoró en llegar, pero que la llevó de regreso a su hogar.

Soledad. Autora Cardelina de los Ángeles.

Soledad, eres mi compañía en todas las ocasiones,// en mis momentos de alegría y en otras de frustraciones.
En primavera converso contigo mientras voy a mis flores a cuidar// mientras la lluvia cae, juntas, escuchamos al viento susurrar.
Eres la confidente de todas mis tristezas, tú conoces mis secretos más ocultos.// ¡Nunca te alejes de mi lado! Si quieres llevarme un día contigo me iré con gusto.
Soledad ¿Ves los álamos frente a nuestra casa como lucen su esplendor // agitando sus ramas como brazos que saludan al viento, la lluvia y al sol?
Soledad, que tierno es escuchar el murmullo del agua en el canal// y, al llegar el ocaso, el maravilloso canto del zorzal.
Soledad, nunca me abandones, eres mi eterna amiga// quiero que me acompañes hasta el final de mi vida.

La hormiguita que fue a dar al basural.

Había una vez una hormiguita que vivía en el patio de una casa, salía todos los días a buscar comida para guardar para el invierno, era muy trabajólica, no descansaba en todo el día; cierto día que ya venía de vuelta con alimentos a guardar, fue arrastrada por un montón de pelos, no sabía que podría ser, perdió la comida que traía, dio varios tumbos y se dio cuenta que era un escobillón, se había cruzado en el barrido del patio.
Después de varias vueltas por el suelo y toda empolvada, fue a dar al fondo de una bolsa de basura, estaba todo muy oscuro y pensó: “Ahora como salgo de ésta”
Trató de pararse y se dio cuenta que estaba atrapada de una pata, como pudo la sacó y se encontró que la tenía herida, arrastrándose se colocó en un espacio más seguro, se quedó quieta, esperando y escuchando algún ruido, como todo estaba quieto se dijo: “Trataré de encontrar la salida”.
En eso estaba cuando de repente la bolsa se movió, de nuevo dando tumbos, un fuerte tirón y dando vueltas y vueltas la bolsa otra vez se detuvo..De nuevo todo se empezó a mover pero ahora más suave, ahí se dio cuenta que viajaba en el camión de la basura, fue transportada por varios kilómetros, otra vez un fuerte golpe, la bolsa fue arrastrada con más fuerza, hasta que se detuvo, esperó un poco para salir, la bolsa se había abierto y vio que estaba en un cerro de bolsas, papeles, cartones y mucha basura maloliente.
Estaba en el basural.
Salió como pudo, y se sentó a llorar.
“Ahora que hago, estoy sola, lejos de mi hogar, con una pata herida”
Cuando alguien de repente le habló:
”Por qué lloras con tanta pena, cuéntanos que te pasa”.
Ella abrió los ojos y varias hormiguitas igual que ella, que también en una bolsa fueron a dar al basural, le dijeron:
Nosotras te vamos a curar tu patita herida y vivirás con nosotras, formarás parte de la familia.
Pero en las noches, con mucha nostalgia se puso a pensar:
Qué será de la familia que quedó atrás, a lo mejor también con el tiempo van a ir a dar al basural.

Cosas de rayados

¿Cómo se dice disparo en árabe? alá va la bala...
¿Cómo se dice 99 en chino? cachi- chen¿Cómo se dice huérfano en chino? chin- chu- mama

Bubo de en la calle

Días atrás me toco ir en busca de pan y cecinas para la once. Llego al Supermercado y está lleno al parecer nos pusimos de acuerdos todos para venir a comprar. Saco número en la rotisería y para comprar jamón y queso había más de 100 números de espera lo que producía que al gritar un número aparecía más de una persona con el premiado. En la panadería lo mismo más de 100 personas peleaban por el pan que cuando salía a los 2 minutos desaparecía y vuelta a la espera tras una columna de gente que parecía interminable entre ellos yo luchando por un pancito desprevenido que pudiera echar a mi bolsa. En eso se me acerca una señora con cara de afligida y me dice: “me puede sacar unos pancitos, son diabética y no me siento bien”. No alcanza casi a terminar la frase cuando se desvanece alcanzando a duras penas a sujetarla. De toda la gente que había ahí solo 3 más un guardia nos acercamos a ayudar, el resto continuo con su indiferencia luchando por un pan.
La señora volvió en si pero muy mareada, balbuceando palabras con dificultad, en ese momento ella estaba sufriendo una descompensación de insulina (eso lo averigüe posteriormente de acuerdo a sus síntomas) el guardia le proporcionaba aire con un cartón mientras por radio pedía ayuda.
Como pude logre que me diera un teléfono de algún conocido, familiar, etc., donde avisar su situación. Marco el número balbuceado y me contesta un joven, le explico la situación; me comenta que es su mamá y que se encuentra en el supermercado con su padre el que debe estar en el auto, le pido información del mismo y me da color, marca y patente la que proporciono al guardia de el que no sabe que hacer con la información dada, para mi pienso el estacionamiento debe estar lleno cuanto tiempo demorare en encontrarlo, pero también pienso no importa lo voy a encontrar y parto lo más rápido posible a buscarlo.
Mi fe me hace pensar que si tu haces lo posible Dios hará lo imposible y como dice mi papá “Cuando uno esta bien con el caballero de arriba, este lo ayuda e ilumina”, y así fue salgo al estacionamiento echo un vistazo flash y ahí esta ante mis ojos en un rincón al fondo. Corro a donde el marido y con la mayor calma le explico que su señora se desmayo, el se intranquiliza e intenta salir a toda prisa, lo calmo y le digo “cierre las ventanas y el auto, ella esta bien”, intentando dar tranquilidad. Al entrar a la Sra. se la habían llevado a otro lugar al interior del supermercado a donde el guardia condujo al esposo. Llame nuevamente al hijo contándole que ya había encontrado a su padre y que a su mamá ya la estaban auxiliando que estuviera tranquilo, me dio las gracias y colgué, nada más podía hacer.
Volví a la fila del pan pero con el corazón alegre por haber ayudado a alguien, además aún quedaban números que esperar en las cecinas y al pan le faltaban 10 minutos para salir.

Tres rosas para Gabriela. Autora Paulita (La Serena)

Dama sensible de espíritu libre
cual doncella eternamente enamorada
buscaste en las palabras, en el verso
el modo de alar tu alma y volar.

Los niños, las flores, las aves
en todo viste la mirada de Dios
y tornaste en miel tus pensamientos
para darnos a probar en sentimiento.

Cual adicta al amor, nos mostraste:
la gracia, las bendiciones del Padre,
hija agradecida del don recibido
con sencillez tu talento hiciste crecer.

Te regalo una rosa por el amor derramado,
te regalo una rosa por el verso encantado,
te regalo una rosa porque es la más bella
como la rosa de tu verso y tu prosa.

La Serena encantada Autora Paulita. La Serena

En mi patria esbelta y llana,
se asienta tranquila, calmada
Villanueva de La Serena
por primera vez llamada.

Con el tiempo tu gente brava
cual huracán, insiste en recuperar al pueblo
siluetas arreboladas, temblorosas
entre tules de humo quedan en caos.

Vuelve a nacer San Bartolomé de La Serena
en la embriaguez del pasivo espíritu
de una ciudad por el rey confirmada
La Serena te llamarán, La Serena serás.

Inspiración de belleza, mar rizado
valle colorido, pampa arrebatada
tierra de hijos ilustres y amados
inspiración de mujer en poesía plasmada.

Tu colonial estructura hasta hoy perdura
balcones, iglesias de campanas coronadas
ninfas y musas indóciles, fugitivas
inspirando música, poesías y miradas.

Ingenio de Bubo

  • Un niño le dice a su mamá: mamá mamá están golpeando la puerta
    La mamá le contesta: pues dejala que se defienda sola
  • Si tú estás en un avión y éste se prende en fuego, ¿Por dónde sales?Pues, ¡Por las noticias!