Historia de brujos. Autora Roster.
En río Oscuro cerca de Termas del Ganso ocurrió algo de lo que yo fui testigo. Sucedió en la casa al lado del puente donde vivía una familia muy conocida que amasaba pan para vender. Mi madre y yo estábamos de visita en esa casa, corría el año 1950. Una noche sentimos pasar un tue tue, contaban que pasaba a menudo. Mi madre esa noche tuvo un raro impulso y rezó “Cruz venció, cruz vencerá, quien murió en ella nos protegerá.” El pájaro cayó al techo y luego al corredor gritando y huyendo del perro que lo perseguía furiosamente. Mi madre y una niña de diez años, llamada Luchita, decían verlo y que parecía un pollito, los demás habitantes de la casa sólo veíamos a un perro ladrando al aire y persiguiendo nada. Finalmente el perro saltaba furioso hacia una altura de donde parecía emitirse los quejidos, cansado se echó en el mismo lugar, no abandonaría a su presa Los quejidos, más alejados, no cesaron y cercano el amanecer se escuchó un coro de cantos tue-tue y los quejidos se alejaron con el coro. Todos oímos y nadie vio.
En esos tiempos había al otro lado del puente un campamento de la mina El Sargento y antes de la entrada un banco de madera. Concurrimos con Luchita al campamento en petición de teléfono para llamar a Rucamábhida y sentado en el escaño había un anciano de la vecindad conocido como Peuco Malulo y motejado como brujo por las gentes del lugar.
El viejo nos preguntó como estaba el camino para el otro lado del puente y le contestamos que bueno, el contradijo que no “No está bueno porque ahí echan los perros a los pasajeros” Nos dio mucho miedo y huimos hacia el campamento. A la vuelta ya no estaba.
El perro enfermó y murió en pocos días.
Luchita es actualmente la propietaria de la casa en que ocurrió el suceso narrado, continúa con la amasandería y viven con ella hijos y nietos.
¿Quiere corroborar mi historia? La casa está en río Oscuro, cerca de Termas del Ganso, al otro lado del puente.
En esos tiempos había al otro lado del puente un campamento de la mina El Sargento y antes de la entrada un banco de madera. Concurrimos con Luchita al campamento en petición de teléfono para llamar a Rucamábhida y sentado en el escaño había un anciano de la vecindad conocido como Peuco Malulo y motejado como brujo por las gentes del lugar.
El viejo nos preguntó como estaba el camino para el otro lado del puente y le contestamos que bueno, el contradijo que no “No está bueno porque ahí echan los perros a los pasajeros” Nos dio mucho miedo y huimos hacia el campamento. A la vuelta ya no estaba.
El perro enfermó y murió en pocos días.
Luchita es actualmente la propietaria de la casa en que ocurrió el suceso narrado, continúa con la amasandería y viven con ella hijos y nietos.
¿Quiere corroborar mi historia? La casa está en río Oscuro, cerca de Termas del Ganso, al otro lado del puente.
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