martes, febrero 01, 2005

Ser Consecuentes

Un temita bien difícil de exponer y muchísimo, más difícil de llevar a la práctica. Ser consecuente es seguir un orden con relación a otra cosa real y que nos importa o debiera importarnos.
Creemos más apropiado mostrar ejemplos de ser consecuentes a insistir en definiciones que obligan al pensamiento abstracto. Si tengo frío y me abrigo, si tengo calor y aligero mis ropas actúo en consecuencia. ¡Ah, refácil! Un aparte: ¿Se han fijado en que el re desapareció, sustituido por el súper? Tendríamos que hacer recuerdos y comparar el hablar de nuestra niñez con el lenguaje del siglo 21. Hay palabras con notables cambios, otras desaparecidas y una gran cantidad de vocablos nuevos. Dejemos constancia, así sea solamente en este modesto Chocherías, de lo que fue nuestro.
Volvemos al asunto del título. Los dos ejemplos mostrados nos convencen que el asunto es “pan comido” No es necesario dedicarle más tiempo. ¿Será así?
Desde los últimos días de noviembre a los primeros de enero he comido cuatro panes de pascua, algunos de un kilo de peso y otros, un poquitito más. La afición, desmedida, por el pan de pascua viene conmigo desde mis primeros recuerdos infantiles y seguirá ahí.
¿Qué tiene que ver pan de pascua y ser consecuente?
A mi edad, y a la suya, usted tampoco es una jovencita y tú no eres ningún cabrito, la alimentación debe ser cuidada, medida, controlada, siempre, siempre, ya sea pascua y año nuevo o fiestas patrias, domingos o cumpleaños o san o santa.
Consecuentes con mi condición de viejo y con la suya de adulto mayor debemos controlar y en muchos casos disminuir el uso de sal, azúcar, aceites, mantecas y mantequillas. No con la pretensión de alargar la vida sino de vivir tan plenamente como nos sea posible el tiempo de vida que el destino nos fija. El pan de pascua tiene en abundancia los elementos citados y no me preocupé de disminuir otros consumos para mantener un sensato equilibrio. Le puse pancito de pascua sobre todo lo que como habitualmente. Resultado de no ser consecuente: Empezó a pronunciarse una barriguita que no me enorgullece y para no hacerme reproches guardé la pesa bajo llave. Inconsecuencia deviniente de otra.
Chocherías invita a todos a practicar, como quien se entretiene con una novedad, a analizar sus propias y personales consecuencias e inconsecuencias, las personales no las del prójimo ¿O será esto último más entretenido?

Cosas de Rayados

  • El amor es el único deporte con adversario en el que ambos contendiente pueden salir perdiendo
  • Los único hombres que de verdad dominan a las dueñas de casa… tienen menos de tres años
  • Un niño dormido es un espectáculo de belleza incomparable… sobre todo si se compara con el mismo niño despierto.

Ingenio de Bubo.

Ayer pase por tu casa y me tiraste un limón
El limón cayó en el suelo y el jugo en mi corazón


Bubo: Recuerdos de Infancia

Un dicho popular dice los padres crían, los abuelitos malcrían y es muy cierto, recuerdo todas las veces que mi tata complacía mis caprichos de infancia cuando íbamos en busca del pan de la once a la panadería, me dejaba siempre elegir un dulce, un chocolate cualquier cosa. Siempre me decía que al cruzar la calle había que mirar para los dos lados, pero que una vez empezando a cruzar nunca había que devolverse, siempre caminar hacia adelante.
Revisando mi mente me viene a la memoria las vacaciones, siempre íbamos todos ¿Quiénes?, papá, mamá, mis hermanas, mis abuelitos y yo; eran vacaciones hermosas; Aunque a veces el viaje era largo, mis tata nos llevaba en brazos en el camino o sentaditas a su lado. Es injusto tal vez, fue el primer abuelito que perdí, y es el que más extraño.
Recuerdo cuando viajaba de Santiago a Rancagua para verme y darme un abrazo, llegaba de sorpresa a buscarme al colegio con la bicicleta, yo inquieta y revoltosa subía a ella y partía a su lado.
Este fin de semana lo fui a ver al cementerio y aunque no lo puedo ver físicamente se que espiritualmente está a mi lado, el es mi ángel en quien yo confío, a quien le pido que me cuide para que me vaya bien en la vida.
Se dice que las personas mientras sean recordadas no mueren nunca en el corazón de las personas que los aman.

Bubo

Frase del Mes

Mami:

Quiero hacerte sonreír con mis travesuras
Ayúdame a no desviarme del buen camino
Y enséñame a amarte como me amas tú

Tu hijo

14 de Febrero día de los enamorados

En estos últimos años el día 14 de este mes es de celebraciones, chocolates, flores, peluches, etc., entre la gente joven. Se relaciona con las parejas, novios, pololos, pero ¿Por que los adultos mayores no celebrar este día?.
¿Por qué yo adulto mayor no puedo celebrar con mi esposa o esposo este día? Chocherías invita a los adultos mayores a celebrar San Valentín.
Usted viejito lindo regálele flores a su amor, usted viejita linda prepárele una comida diferente o salgan a comer. Díganse lo enamorados que están uno del otro. Disfruten su amor como en los viejos tiempos.
El amor no es sinónimo de juventud, el amor no tiene edad, se da en todo momento, todos necesitamos amar y ser amados y que mejor día este para celebrarlo con un pequeño detalle para la persona que uno ama.
Sepamos dar amor, decirle a esa persona lo mucho que la queremos, lo importante que es en nuestra vida y lo triste que seria si no tuviera su compañía. Anímense a celebrar San Valentín
Escrito por Bubo

Aprender de la vida

  • A los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
  • A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
  • A los 12, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, los tenia mas grandes en casa.
  • A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba a ordenarlo.
  • A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada
    A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
  • A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.
  • A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
  • A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te puede doler la vida entera.
  • A los 30, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.
  • A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
  • A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores son la boca cerrada.
  • A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
  • A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos galletas y elige la menor.
  • A los 42, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
  • A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle una pequeña postal.
  • A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
  • A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
  • A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en él. Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
  • A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden.
  • A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
  • A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
  • A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
  • A los 76, aprendí que envejecer es importante.
  • A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
  • A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, algo lindo, algo digno, como por ejemplo que la paz no se logra si realmente no se está dispuesto a perdonar por ella, entender cual es la verdadera importancia de la familia, de la gente simple, de la vida misma.
Que si bien todos tenemos distintas cualidades, capacidades y habilidades, sepamos valorar las que tenemos y podamos ofrecerlas a los demás, y disfrutar con las que otros nos pueden brindar.
Saber aceptar nuestras limitaciones y no olvidarnos de nuestras metas, aunque muchas veces parezcan muy lejanas y difíciles.
Encaminarse hacia ellas es el primer paso hacia algo que ni siquiera podemos imaginar.
REALMENTE NO TIENE MUCHA IMPORTANCIA HASTA QUÉ EDAD VIVIMOS. LO IMPORTANTE ES SENTIR QUE NO LO HEMOS HECHO EN VANO.

Los Años Dorados de Camping Último paseo del 2004

De acuerdo con lo programado el miércoles 29 de diciembre se realizó un paseo, día completo, desayuno, almuerzo y once en un camping ubicado en el cajón de Machalí.
Chocherías no asistió y pidió a algunas socias una descripción del lugar: Una belleza natural cercana y panorámica simplemente formidables. Edificaciones modernas y sólidas con instalaciones y servicios concordantes en calidad, todo ello en tres niveles ya que se está en un lomaje. Tres piscinas surtidas por una limpísima agua proveniente de, aquí las opiniones están divididas, por agua de vertiente y por agua de río. Las aceras con baldosines, cada mesa con quitasol, amplias cocinas y refrigeradores a disposición.
Asistencia y gastronomía: Los Años Dorados siempre cumple, 32 socias y socios y 4 acompañantes. Para el desayuno el club proporcionó té, café o mate y cada concurrente llevó su sólido. Al almuerzo cazuela de ave con ensaladas muy abundante y ofrecimiento de repetición. A las onces asado de vacuno y pollo, ensaladas, tesito, bebidas y, a lo mejor algún etc. Cocina y servicio a cargo de los hombres y, al decir de las comensales, se lucieron. Esta vez a los ofrecimientos de repetición se añadió un ¿se lleva una presita para la casa?
El año 2004 se cerró cumplidamente.

7 - enero -2005. Fecha de doble significado. Meta y Punto de partida. Felicitaciones y A seguir.

Chocherías, con gratitud y legítimo orgullo, obsequió a Evelyn Arévalo Salgado una placa con esta inscripción porque en la fecha citada ella rindió su última prueba para ser titulada “Ingeniera en Gestión Informática”
Cuando ella tenía 13 años de edad Chocho el Viejo aún era el practicante Flores, jubilado, que atendía algunos, pocos, enfermos privados y fue requerido para hacerse cargo de la atención de uno de los tantos daños crónicos irrecuperables que afectan al ser humano en edad avanzada. El enfermo era don Oscar Arévalo, abuelo de una jovencita de corta estatura, de sonrisa contagiosa, de tremenda capacidad de comunicación por medio de las palabras, gestos y actitudes corporales. Daba la impresión de estar rodeada de un halo de amistad hacia el mundo entero. Esperaba al practicante, los días fijados para atención, una cada quince días a través de varios años, nunca le importó lo adusto o seriote y reconcentrado del viejo que atendía a su tata; lo recibía con un beso y estaba atenta a despedirlo entregándole patillas de alguna planta, dándole instrucciones de cómo hacer para plantarla, regarla, abonarla, quitarla o ponerla al sol o a la sombra. Una vez le obsequió una verdadera rareza: una rama de trébol de cuatro hojas. Otras veces le ponía un caramelo en la mano. Siempre se empinaba para dar o recibir un beso de despedida.
En una ocasión y por alguna razón olvidada ésta pequeñita introdujo el tema de la computación. Evelyn manejaba el suyo con soltura y Flores sentía una irrefrenable curiosidad, gran temor y una sufrible impotencia por no tener como ni por donde meterse en los dominios de esa creación de la inteligencia humana superior, compuesta por pantallas, teclados y más componentes cargados de misteriosas proyecciones. Si esa niñita podía porque él no… …Si es verídica la teoría de que el destino todo lo nuestro lo decide con anticipación el destino nos estaba preparando para que hiciéramos Chocherías, esas hojitas que usted tiene en sus manos, que algunos leen con interés y otros dejan en cualquier lugar para ver “Cuando tengan tiempo”
El boletín soñado por Chocho el Viejo y que veía como irrealizable era una hoja tipo oficio doblada por la mitad, lo que daba cuatro páginas. Material, temas para llenar las páginas los había a montones, la vejez es el extremo de un largo camino con éxitos y frustraciones, esperanzas realizadas y otras perdidas. Comparar lo que fue con lo que es en tantos aspectos. Asuntos a publicar no faltarían nunca y usar el computador como máquina de escribir y su impresora podía hacerse, con caídas y tropezones pero todo salía.
Encuadrar lo redactado y adornarlo con imágenes era, sencillamente, imposible. Se necesitaba conocimientos que Chocho el Viejo estaba lejos de poseer y se reconoció incapaz de aprender. En algo debe hacerse notar la vejez. Recuerda a la niñita de las plantitas y llama a Ramón, su padre, le pide lo reciba para exponerle un problema que tiene y éste, tan pronto conoció de que se trataba llamó a Evelyn, ya no una niñita sino una jovencita de veintidós años a quien, preocupada por introducir en su cabeza los conocimientos de computación, saber y practicar crianza de peces, pájaros, tortugas y caracoles, bordar y hacer flores y adornos en diversos materiales se había olvidado de crecer. Ella dice: “No es que sea chica, es que mis células están más juntas” Ambos, Ramón y Evelyn “se vuelan” con el asunto “boletín” y se lanzan en demostraciones en blanco y negro y en color de lo que podría ser un futuro boletín. Chocho el viejo, tan perdido como si de una selva umbría lo transportan a una balsa en medio del mar y de ahí se encontrara en un viaje interplanetario lo único entendible que cogió era que Evelyn iría a su casa, le fijó fecha y hora que debió volver a preguntar por teléfono.
En la primera sesión dispone dentro de las páginas el material que llevará el boletín y pide tener fotos de grupos de Los Años Dorados. En la segunda sesión hace cosas increíbles. Las fotos aparecen en la pantalla del computador, las caras ¡sólo las caras! aparecen copiadas fuera de las fotos y pregunta ¿Están todos los socios y socias? No, Evelyn pero de los que faltan no tengo fotografías. Bueno, las remplazaremos con un monito. Estamos listos tata, encienda la impresora. Lo hago como en sueños, no puedo creer lo que está ocurriendo ¿Ya va a salir un boletín?
Me entrega el primero ¡Con la cara de una socia! ¿Qué le parece, como lo encuentra? No acostumbro desmayarme pero me sentí mareado, tenía en mis manos mi sueño muy, muy mejorado y antes de que me recupere me pasa otro, ¡con otra cara! y así cada uno con una cara diferente. El primer martes de septiembre del 2003 la mayoría de socios y socias de Los Años Dorados recibió la primera ¿Chocherías? con su propia fotografía en la primera página.
Para ¿Chocherías? de octubre exigió crecer a ocho páginas y en noviembre a doce. Al argumento “nos vamos a quedar sin material” la respuesta siempre fue “Usted puede tata, yo también y le pediremos ayuda a Internet” En abril del 2004 implantó una modificación importante: la primera página la destinó a títulos breves que anunciaban el contenido interior. Entre nosotros hablamos de “la portada”
Evelyn: Los Años Dorados te Agradecen, Chocho el viejo también y te pide que cumplas con la misión para la que fuiste enviada al mundo: Realizar, realizar y realizar, cosas buenas, provechosas y positivas. A Seguir.

Recuerdos de la Cooperativa. Semblanza del Consejo de Administración

El directorio recién nombrado, que tenía como primera misión reunir en sesenta días la cantidad $1.117.393,90 y entregarlos a Serviu para que esta entidad pavimentara las calles Abdón Anich y Abraham Latife quedó compuesto por un interesante grupo de inexpertos que describimos.
Presidenta Irene Silva, dueña de casa, durante varios años se había desempeñado como encargada de la contabilidad en una industria vecina.
Vicepresidente Jorge Herrera, electricista del mineral y conocido arbitro oficial de fútbol amateur.
Secretario Juan Contreras, chofer de su propio taxi colectivo.
Directora Bella Ester Vergara, dueña de casa, y
Félix Aliaga, operario del mineral.

La primera dificultad de funcionamiento surgió de inmediato: Una reunión del Consejo en pleno para nombrar gerente, imposición legal ineludible. Los horarios de trabajo de Herrera y Aliaga no coincidían. Uno de ellos debió pedir un día de permiso o cambio de turno, solución posible por una vez e imposible como habitual.
Finalizada la reunión el Consejo se dirigió al domicilio del gerente elegido para comunicarle e imponerle la decisión (donde manda capitán…) Las objeciones puestas por éste: se había desempeñado toda su vida en áreas de la salud, no tenía conocimientos ni preparación gerencial. Ninguna objeción fue escuchada, debió aceptar y lo hizo condicionalmente: “En cuanto se establezca que no soy capaz….” “¿Y en que oficina voy a trabajar?”
La presidenta. Imposible pensar en arriendos, su casa y la de cada uno de nosotros será oficina de la cooperativa. Y necesitamos que fije su sueldo inmediatamente. Es disposición legal y vamos a cumplir con ésta y con todas las disposiciones de leyes y estatutos.
Se fijó el sueldo en cinco mil pesos mensuales que obligaban un horario sin límites, el domicilio del gerente pasaba a ser oficina de la cooperativa hasta cuando se apagaran todas las luces de la casa, el teléfono quedaba incluido y sonó, por razones cooperativas, muchas veces de noche, socios de turno en el mineral pedían se les resolviera alguna duda cooperativa. La citroneta del gerente prestó innumerables servicios, viajes a Santiago al Departamento de Cooperativas y búsqueda de socios por Rancagua y pueblos vecinos para obtener firmas, cobrar cuotas impagas, confirmar o enmendar datos. Los costos del uso de la citroneta también salían de los cinco mil.
El novel gerente estaba obligado a iniciar y acabar su preparación gerencial en pocas horas. Inició dicha preparación buscando el significado de la palabra gerente en el diccionario. La definición era muy aproximadamente lo que intuía Concurrió donde un gerente amigo y donde otro conocido sin ser amigo. A ambos les planteó su problema y pidió indicaciones las más sencillas y prácticas posible para salir con bien de la camisa en que se había metido.

Recibió:
El gerente es el vigilante y defensor obligado del patrimonio de la entidad. El patrimonio esta compuesto por el capital (dinero), los bienes materiales muebles e inmuebles. Hay un patrimonio intangible: la credibilidad que en la organización tengan los propios socios, los organismos con quienes debe tratar y el público en general. El gerente que recibe debe hacerlo con revisión del inventario entregado por el gerente que entrega.
Inventario:
- Dinero cero pesos.
- Bienes muebles. Cero muebles
- Bienes inmuebles. 195 sitios con urbanización casi terminada, en poder de 195 socios.
- Gerente para hacer la entrega. No había.

Las viviendas edificadas en muchos sitios no fueron acciones cooperativas sino por convenio mineral El Teniente con Corvi y unas tres o cuatro por esfuerzo privado.
Estado contable individual de los socios, desconocido por la inexistencia de tarjetas apropiadas.
Conocimiento de los socios acerca de la finalidad y espíritu cooperativo: Escaso, nulo o equivocado. La palabra cooperativa se asimila a cooperación y muchos socios siempre pensaron que una cooperativa era similar a una sociedad de socorros mutuos. No se les podía convencer que era un negocio común en el que cada uno debía hacer los mismos aportes o no podía continuar en el negocio.
Así, con el tranco firme y sostenido que implantó la presidenta:

- Nombramiento de gerente.
- Pavimentación.
- Demanda judicial en contra del Consejo destituido
- Levantamiento de una hipoteca con Serviu.
- Continuar y finalizar con la redacción de los “Borradores de Escrituras”

Convenir con la notaría la entrega de certificados individuales y colectivos conjuntamente con los borradores. Aranceles y formas de pago. Plazos y forma de entrega de las escrituras.
Inscripción colectiva e inscripciones individuales en el Conservador de Bienes Raíces.
La lectura de las tareas por realizar permite deducir la magnitud de los aportes que se exigiría a cada socio. Más adelante volveremos sobre los temas aportes de los socios e hipoteca de la cooperativa Volvamos al gerente
Terminado su curso consistente en las preguntas hechas a los gerentes conocidos y en conocimiento de lo fácil de la tarea comunicó a la presidenta de la Cooperativa de Viviendas y Servicios Habitacionales San Pedro Ltda. Señora Irene Silva Salazar. “Estoy listo, partamos”
La presidenta: “Si Horacio, vamos a la notaría a firmar un compromiso de pagar a Serviu la cantidad de $1.117.393,90 en el plazo de sesenta días”
¿Qué? ¿Cómo? No tenemos un Centavo. ¿De que modo vamos a responder? Los deudores que no pagan van a la cárcel.
Déjese de historias, vaya a buscar las llaves de la citroneta, traiga el carné y el Rut, en esa época eran documentos distintos. Tenga confianza, los socios deben pagar y lo van a hacer. Firmamos, pagamos, se pavimentó y no fuimos a la cárcel.
Dos días después comenzaron los trabajos de pavimentación. La figura de la presidenta adquirió grandes proporciones y el novato Consejo ganó la confianza de la mayoría. Se pidió a la consejera Bella Ester Vergara Moya encargarse de una de las misiones más difíciles e ingratas, la cobranza de toda clase de pagos por parte de los socios de la cooperativa empezando por la cuota de pavimentación cuyo monto está informado en Chocherías de enero. Se repite el comentario de la distinta capacidad económica de los doscientos orgullosos y optimistas fundadores de 1962 con los actuales socios de 1980. El transcurso de dieciocho años y tres administraciones de tachable conducta y desempeño habían modificado la composición de los socios de la cooperativa: Jubilados con baja jubilación, cesantes y unos pocos que habían caído en el alcoholismo. Entre los socios con capacidad económica para cumplir sus obligaciones cooperativas había alguno francamente desconfiado. Después de tres experiencias no quería más y cumplía a desganas con sus pagos, todos ellos aprobados por las asambleas, todas las inversiones fácilmente comprobables y todas consignadas en la contabilidad llevada por una oficina contable, elegida por el gerente entre varias que indicó la presidenta. Los balances fueron presentados al Departamento de Cooperativas dentro de los plazos exigidos y aprobados en su primera presentación.
Próximo capítulo. Las primeras escrituras.

Vecino destacado. Pedro Reyes Jara.

¿Lo conoce? ¿Lo ubica? El hombre, tercera edad, que usando un uniforme color naranja barre diariamente las calles de San Pedro. Chocherías reparó en él. Vivimos tan inmersos en nuestros pensamientos y asuntos que la vista puede pasar por sobre un persona durante años sin verla, tal como si fuera un objeto. No tome esto como un reproche, es sólo un comentario de una realidad y posible tema de conversación.
Pedro Reyes, 63 años, viudo de Adela, sin hijos. Trabajó como auxiliar de escuelas municipalizadas durante veinte años. Se retiró voluntariamente tentado por un sueldo un poco mejor y seguridad en el cumplimiento del horario de trabajo. En las escuelas los horarios sufren alteraciones por consejos y reuniones que se alaaaaargan.
Fue contratado como rondín para las oficinas de Cóinca y al tercer mes concluyó en que no podía soportar más la inactividad de su trabajo, nada que hacer con las manos durante ocho horas era insoportable. Presentó su problema al jefe quien le propuso pasar a ser un barrecalles y en eso lo tenemos. Contento de trabajar y mantener limpias las calles de San Pedro y villa Sagasca
Le pedimos nos cuente algún hecho importante de su vida. Medita, pesa y contrapesa. Se decide: Hubo una época en que me aficioné a las fiestas y reuniones con amigos, en mesas provistas de vino y cerveza. Reuniones agradables, largamente conversadas. Son tantos los temas que aparecen cuando el alcohol suelta las lenguas. A más conversación más botellas pedidas. Una primera embriaguez y luego otras; iba en camino de convertirme en bebedor excesivo, estado previo al alcoholismo. Hubo una ocasión en que asistí a un encuentro de amigos montado en mi bicicleta y al otro día desperté en mi casa con las consiguientes molestias post borrachera y sin bicicleta. Fui al lugar donde comenzó nuestra ronda de vino conversado, salí de ahí, dijeron, con mi bicicleta en mano. Visité los otros lugares donde habría podido seguir nuestra importante charla, en algunas partes reconocieron que había estado, sin bicicleta, y en otras no me habían visto. Lo que fue común en todos los rostros consultados fue una sonrisita de burla y desprecio. Fue en 1982. Desde entonces no he probado nunca más una gota de alcohol. En oportunidades en el trabajo al aguinaldo de pascua añaden un pan y una botella de licor; ésta la regalo a algún amigo del que me consta no es alcohólico.
Don Pedro, gracias por relatarnos su ejemplificador episodio y le deseamos siga teniendo la resistencia física y anímica para soportar los calores agobiantes, las tormentas de agua y viento, los fríos paralizantes y el desconocimiento humano.