martes, febrero 01, 2005

Ser Consecuentes

Un temita bien difícil de exponer y muchísimo, más difícil de llevar a la práctica. Ser consecuente es seguir un orden con relación a otra cosa real y que nos importa o debiera importarnos.
Creemos más apropiado mostrar ejemplos de ser consecuentes a insistir en definiciones que obligan al pensamiento abstracto. Si tengo frío y me abrigo, si tengo calor y aligero mis ropas actúo en consecuencia. ¡Ah, refácil! Un aparte: ¿Se han fijado en que el re desapareció, sustituido por el súper? Tendríamos que hacer recuerdos y comparar el hablar de nuestra niñez con el lenguaje del siglo 21. Hay palabras con notables cambios, otras desaparecidas y una gran cantidad de vocablos nuevos. Dejemos constancia, así sea solamente en este modesto Chocherías, de lo que fue nuestro.
Volvemos al asunto del título. Los dos ejemplos mostrados nos convencen que el asunto es “pan comido” No es necesario dedicarle más tiempo. ¿Será así?
Desde los últimos días de noviembre a los primeros de enero he comido cuatro panes de pascua, algunos de un kilo de peso y otros, un poquitito más. La afición, desmedida, por el pan de pascua viene conmigo desde mis primeros recuerdos infantiles y seguirá ahí.
¿Qué tiene que ver pan de pascua y ser consecuente?
A mi edad, y a la suya, usted tampoco es una jovencita y tú no eres ningún cabrito, la alimentación debe ser cuidada, medida, controlada, siempre, siempre, ya sea pascua y año nuevo o fiestas patrias, domingos o cumpleaños o san o santa.
Consecuentes con mi condición de viejo y con la suya de adulto mayor debemos controlar y en muchos casos disminuir el uso de sal, azúcar, aceites, mantecas y mantequillas. No con la pretensión de alargar la vida sino de vivir tan plenamente como nos sea posible el tiempo de vida que el destino nos fija. El pan de pascua tiene en abundancia los elementos citados y no me preocupé de disminuir otros consumos para mantener un sensato equilibrio. Le puse pancito de pascua sobre todo lo que como habitualmente. Resultado de no ser consecuente: Empezó a pronunciarse una barriguita que no me enorgullece y para no hacerme reproches guardé la pesa bajo llave. Inconsecuencia deviniente de otra.
Chocherías invita a todos a practicar, como quien se entretiene con una novedad, a analizar sus propias y personales consecuencias e inconsecuencias, las personales no las del prójimo ¿O será esto último más entretenido?