Recuerdos de la Cooperativa. Semblanza del Consejo de Administración
El directorio recién nombrado, que tenía como primera misión reunir en sesenta días la cantidad $1.117.393,90 y entregarlos a Serviu para que esta entidad pavimentara las calles Abdón Anich y Abraham Latife quedó compuesto por un interesante grupo de inexpertos que describimos.
Presidenta Irene Silva, dueña de casa, durante varios años se había desempeñado como encargada de la contabilidad en una industria vecina.
Vicepresidente Jorge Herrera, electricista del mineral y conocido arbitro oficial de fútbol amateur.
Secretario Juan Contreras, chofer de su propio taxi colectivo.
Directora Bella Ester Vergara, dueña de casa, y
Félix Aliaga, operario del mineral.
La primera dificultad de funcionamiento surgió de inmediato: Una reunión del Consejo en pleno para nombrar gerente, imposición legal ineludible. Los horarios de trabajo de Herrera y Aliaga no coincidían. Uno de ellos debió pedir un día de permiso o cambio de turno, solución posible por una vez e imposible como habitual.
Finalizada la reunión el Consejo se dirigió al domicilio del gerente elegido para comunicarle e imponerle la decisión (donde manda capitán…) Las objeciones puestas por éste: se había desempeñado toda su vida en áreas de la salud, no tenía conocimientos ni preparación gerencial. Ninguna objeción fue escuchada, debió aceptar y lo hizo condicionalmente: “En cuanto se establezca que no soy capaz….” “¿Y en que oficina voy a trabajar?”
La presidenta. Imposible pensar en arriendos, su casa y la de cada uno de nosotros será oficina de la cooperativa. Y necesitamos que fije su sueldo inmediatamente. Es disposición legal y vamos a cumplir con ésta y con todas las disposiciones de leyes y estatutos.
Se fijó el sueldo en cinco mil pesos mensuales que obligaban un horario sin límites, el domicilio del gerente pasaba a ser oficina de la cooperativa hasta cuando se apagaran todas las luces de la casa, el teléfono quedaba incluido y sonó, por razones cooperativas, muchas veces de noche, socios de turno en el mineral pedían se les resolviera alguna duda cooperativa. La citroneta del gerente prestó innumerables servicios, viajes a Santiago al Departamento de Cooperativas y búsqueda de socios por Rancagua y pueblos vecinos para obtener firmas, cobrar cuotas impagas, confirmar o enmendar datos. Los costos del uso de la citroneta también salían de los cinco mil.
El novel gerente estaba obligado a iniciar y acabar su preparación gerencial en pocas horas. Inició dicha preparación buscando el significado de la palabra gerente en el diccionario. La definición era muy aproximadamente lo que intuía Concurrió donde un gerente amigo y donde otro conocido sin ser amigo. A ambos les planteó su problema y pidió indicaciones las más sencillas y prácticas posible para salir con bien de la camisa en que se había metido.
Recibió:
El gerente es el vigilante y defensor obligado del patrimonio de la entidad. El patrimonio esta compuesto por el capital (dinero), los bienes materiales muebles e inmuebles. Hay un patrimonio intangible: la credibilidad que en la organización tengan los propios socios, los organismos con quienes debe tratar y el público en general. El gerente que recibe debe hacerlo con revisión del inventario entregado por el gerente que entrega.
Inventario:
- Dinero cero pesos.
- Bienes muebles. Cero muebles
- Bienes inmuebles. 195 sitios con urbanización casi terminada, en poder de 195 socios.
- Gerente para hacer la entrega. No había.
Las viviendas edificadas en muchos sitios no fueron acciones cooperativas sino por convenio mineral El Teniente con Corvi y unas tres o cuatro por esfuerzo privado.
Estado contable individual de los socios, desconocido por la inexistencia de tarjetas apropiadas.
Conocimiento de los socios acerca de la finalidad y espíritu cooperativo: Escaso, nulo o equivocado. La palabra cooperativa se asimila a cooperación y muchos socios siempre pensaron que una cooperativa era similar a una sociedad de socorros mutuos. No se les podía convencer que era un negocio común en el que cada uno debía hacer los mismos aportes o no podía continuar en el negocio.
Así, con el tranco firme y sostenido que implantó la presidenta:
- Nombramiento de gerente.
- Pavimentación.
- Demanda judicial en contra del Consejo destituido
- Levantamiento de una hipoteca con Serviu.
- Continuar y finalizar con la redacción de los “Borradores de Escrituras”
Convenir con la notaría la entrega de certificados individuales y colectivos conjuntamente con los borradores. Aranceles y formas de pago. Plazos y forma de entrega de las escrituras.
Inscripción colectiva e inscripciones individuales en el Conservador de Bienes Raíces.
La lectura de las tareas por realizar permite deducir la magnitud de los aportes que se exigiría a cada socio. Más adelante volveremos sobre los temas aportes de los socios e hipoteca de la cooperativa Volvamos al gerente
Terminado su curso consistente en las preguntas hechas a los gerentes conocidos y en conocimiento de lo fácil de la tarea comunicó a la presidenta de la Cooperativa de Viviendas y Servicios Habitacionales San Pedro Ltda. Señora Irene Silva Salazar. “Estoy listo, partamos”
La presidenta: “Si Horacio, vamos a la notaría a firmar un compromiso de pagar a Serviu la cantidad de $1.117.393,90 en el plazo de sesenta días”
¿Qué? ¿Cómo? No tenemos un Centavo. ¿De que modo vamos a responder? Los deudores que no pagan van a la cárcel.
Déjese de historias, vaya a buscar las llaves de la citroneta, traiga el carné y el Rut, en esa época eran documentos distintos. Tenga confianza, los socios deben pagar y lo van a hacer. Firmamos, pagamos, se pavimentó y no fuimos a la cárcel.
Dos días después comenzaron los trabajos de pavimentación. La figura de la presidenta adquirió grandes proporciones y el novato Consejo ganó la confianza de la mayoría. Se pidió a la consejera Bella Ester Vergara Moya encargarse de una de las misiones más difíciles e ingratas, la cobranza de toda clase de pagos por parte de los socios de la cooperativa empezando por la cuota de pavimentación cuyo monto está informado en Chocherías de enero. Se repite el comentario de la distinta capacidad económica de los doscientos orgullosos y optimistas fundadores de 1962 con los actuales socios de 1980. El transcurso de dieciocho años y tres administraciones de tachable conducta y desempeño habían modificado la composición de los socios de la cooperativa: Jubilados con baja jubilación, cesantes y unos pocos que habían caído en el alcoholismo. Entre los socios con capacidad económica para cumplir sus obligaciones cooperativas había alguno francamente desconfiado. Después de tres experiencias no quería más y cumplía a desganas con sus pagos, todos ellos aprobados por las asambleas, todas las inversiones fácilmente comprobables y todas consignadas en la contabilidad llevada por una oficina contable, elegida por el gerente entre varias que indicó la presidenta. Los balances fueron presentados al Departamento de Cooperativas dentro de los plazos exigidos y aprobados en su primera presentación.
Presidenta Irene Silva, dueña de casa, durante varios años se había desempeñado como encargada de la contabilidad en una industria vecina.
Vicepresidente Jorge Herrera, electricista del mineral y conocido arbitro oficial de fútbol amateur.
Secretario Juan Contreras, chofer de su propio taxi colectivo.
Directora Bella Ester Vergara, dueña de casa, y
Félix Aliaga, operario del mineral.
La primera dificultad de funcionamiento surgió de inmediato: Una reunión del Consejo en pleno para nombrar gerente, imposición legal ineludible. Los horarios de trabajo de Herrera y Aliaga no coincidían. Uno de ellos debió pedir un día de permiso o cambio de turno, solución posible por una vez e imposible como habitual.
Finalizada la reunión el Consejo se dirigió al domicilio del gerente elegido para comunicarle e imponerle la decisión (donde manda capitán…) Las objeciones puestas por éste: se había desempeñado toda su vida en áreas de la salud, no tenía conocimientos ni preparación gerencial. Ninguna objeción fue escuchada, debió aceptar y lo hizo condicionalmente: “En cuanto se establezca que no soy capaz….” “¿Y en que oficina voy a trabajar?”
La presidenta. Imposible pensar en arriendos, su casa y la de cada uno de nosotros será oficina de la cooperativa. Y necesitamos que fije su sueldo inmediatamente. Es disposición legal y vamos a cumplir con ésta y con todas las disposiciones de leyes y estatutos.
Se fijó el sueldo en cinco mil pesos mensuales que obligaban un horario sin límites, el domicilio del gerente pasaba a ser oficina de la cooperativa hasta cuando se apagaran todas las luces de la casa, el teléfono quedaba incluido y sonó, por razones cooperativas, muchas veces de noche, socios de turno en el mineral pedían se les resolviera alguna duda cooperativa. La citroneta del gerente prestó innumerables servicios, viajes a Santiago al Departamento de Cooperativas y búsqueda de socios por Rancagua y pueblos vecinos para obtener firmas, cobrar cuotas impagas, confirmar o enmendar datos. Los costos del uso de la citroneta también salían de los cinco mil.
El novel gerente estaba obligado a iniciar y acabar su preparación gerencial en pocas horas. Inició dicha preparación buscando el significado de la palabra gerente en el diccionario. La definición era muy aproximadamente lo que intuía Concurrió donde un gerente amigo y donde otro conocido sin ser amigo. A ambos les planteó su problema y pidió indicaciones las más sencillas y prácticas posible para salir con bien de la camisa en que se había metido.
Recibió:
El gerente es el vigilante y defensor obligado del patrimonio de la entidad. El patrimonio esta compuesto por el capital (dinero), los bienes materiales muebles e inmuebles. Hay un patrimonio intangible: la credibilidad que en la organización tengan los propios socios, los organismos con quienes debe tratar y el público en general. El gerente que recibe debe hacerlo con revisión del inventario entregado por el gerente que entrega.
Inventario:
- Dinero cero pesos.
- Bienes muebles. Cero muebles
- Bienes inmuebles. 195 sitios con urbanización casi terminada, en poder de 195 socios.
- Gerente para hacer la entrega. No había.
Las viviendas edificadas en muchos sitios no fueron acciones cooperativas sino por convenio mineral El Teniente con Corvi y unas tres o cuatro por esfuerzo privado.
Estado contable individual de los socios, desconocido por la inexistencia de tarjetas apropiadas.
Conocimiento de los socios acerca de la finalidad y espíritu cooperativo: Escaso, nulo o equivocado. La palabra cooperativa se asimila a cooperación y muchos socios siempre pensaron que una cooperativa era similar a una sociedad de socorros mutuos. No se les podía convencer que era un negocio común en el que cada uno debía hacer los mismos aportes o no podía continuar en el negocio.
Así, con el tranco firme y sostenido que implantó la presidenta:
- Nombramiento de gerente.
- Pavimentación.
- Demanda judicial en contra del Consejo destituido
- Levantamiento de una hipoteca con Serviu.
- Continuar y finalizar con la redacción de los “Borradores de Escrituras”
Convenir con la notaría la entrega de certificados individuales y colectivos conjuntamente con los borradores. Aranceles y formas de pago. Plazos y forma de entrega de las escrituras.
Inscripción colectiva e inscripciones individuales en el Conservador de Bienes Raíces.
La lectura de las tareas por realizar permite deducir la magnitud de los aportes que se exigiría a cada socio. Más adelante volveremos sobre los temas aportes de los socios e hipoteca de la cooperativa Volvamos al gerente
Terminado su curso consistente en las preguntas hechas a los gerentes conocidos y en conocimiento de lo fácil de la tarea comunicó a la presidenta de la Cooperativa de Viviendas y Servicios Habitacionales San Pedro Ltda. Señora Irene Silva Salazar. “Estoy listo, partamos”
La presidenta: “Si Horacio, vamos a la notaría a firmar un compromiso de pagar a Serviu la cantidad de $1.117.393,90 en el plazo de sesenta días”
¿Qué? ¿Cómo? No tenemos un Centavo. ¿De que modo vamos a responder? Los deudores que no pagan van a la cárcel.
Déjese de historias, vaya a buscar las llaves de la citroneta, traiga el carné y el Rut, en esa época eran documentos distintos. Tenga confianza, los socios deben pagar y lo van a hacer. Firmamos, pagamos, se pavimentó y no fuimos a la cárcel.
Dos días después comenzaron los trabajos de pavimentación. La figura de la presidenta adquirió grandes proporciones y el novato Consejo ganó la confianza de la mayoría. Se pidió a la consejera Bella Ester Vergara Moya encargarse de una de las misiones más difíciles e ingratas, la cobranza de toda clase de pagos por parte de los socios de la cooperativa empezando por la cuota de pavimentación cuyo monto está informado en Chocherías de enero. Se repite el comentario de la distinta capacidad económica de los doscientos orgullosos y optimistas fundadores de 1962 con los actuales socios de 1980. El transcurso de dieciocho años y tres administraciones de tachable conducta y desempeño habían modificado la composición de los socios de la cooperativa: Jubilados con baja jubilación, cesantes y unos pocos que habían caído en el alcoholismo. Entre los socios con capacidad económica para cumplir sus obligaciones cooperativas había alguno francamente desconfiado. Después de tres experiencias no quería más y cumplía a desganas con sus pagos, todos ellos aprobados por las asambleas, todas las inversiones fácilmente comprobables y todas consignadas en la contabilidad llevada por una oficina contable, elegida por el gerente entre varias que indicó la presidenta. Los balances fueron presentados al Departamento de Cooperativas dentro de los plazos exigidos y aprobados en su primera presentación.
Próximo capítulo. Las primeras escrituras.
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