Nacimiento de dos apodos. Autora: Cardelina de los Ángeles
Cuando construí mi casa, hicieron el trabajo dos maestros, parece que eran muy amigos porque se trataban con bastante familiaridad ¡oye! Tres y Medio tráeme el martillo y el otro le contestaba: ya voy Juan Pescao.
Cuando los llamé para almorzar tomé asiento cerca de ellos para conversar y les pregunté; se enojan ustedes si les pregunto ¿Por qué tienen esos apodos tan divertidos? No, porqué nos vamos a enojar pregunte no más.
Comenzó el Tres y Medio y así me contó:: Mi nombre es Ramón me dicen así por mis hermanos, yo vivía con mis padres en el campo éramos 8 hermanos, nací en un hospital del pueblo del sur para fiestas patrias, mi madre no pudo pasar a inscribirme en el registro civil porque le dieron el alta un día feriado Llegamos a casa, mi padre se había quedado a cargo de ella, al otro día le dijo mamá, ve al pueblo a traer varias cosas que faltan para la casa y aprovecha de pasar al civil a inscribir al niño, en la huincha de lado de adentro del sombrero te anoto el nombre del niño en un papelito, no lo vayas a perder, papá se fue en bus a comprar las cosas del pueblo; compró todo, se tomó unos traguitos y se dispuso a volver a casa, estaba sentado esperando el bus cuando se acuerda que tenía que pasar al civil, dejó las cosas en custodia y fue a cumplir el encargo, entró a la oficina y le dijo al civil vengo a inscribir un niño, tome asiento le dijo el funcionario ¿Qué nombre le va a poner al niño? Mi padre se acordó que mamá le había anotado el nombre en el sombrero miró dentro de éste y dijo Póngale tres y medio. El civil se dio cuenta que mi padre llevaba varios traguitos encima y le preguntó ¿Cómo se llama usted? Ramón Nuñez contestó mi padre y ese nombre me colocaron pero mi hermano mayor también se llama Ramón y como mi padre contó la talla que le había pasado mis hermanos para distinguirme del mayor me decían tres y medio y así quedé para toda la vida ¿gracioso no? Reímos todos de buenas ganas.
Ahora me toca a mi dijo el otro maestro, su nombre es Juan, Yo nací en el seno de una familia bastante pobre, completaron con mi llegada 10 hijos, igual eran felices, nací el día de San Juan, cuando mi mamá salió del hospital conmigo en sus brazos hacía mucho frío y no tenía chal para envolverme, tuvo la brillante idea de pedirle a un diarero unas hojas de mercurio que es el diario más grande, me colocó en un banco de la plaza y me envolvió bien hasta los pies, bien abrigadito, me colocó un pañal encima y nos fuimos a casa..
Cuando llegamos todos se reunieron alrededor de la cama para ver la guagua me dejaron encima y mamá me sacó el pañal, mis hermanos se mataban de la risas al ver el paquete que traía, uno de mis hermanos dijo mamá parece “pescao”, papá también estaba contento ¿Cómo llamaremos al niño? Como nació el día de San Juan así se llamará y ¿un segundo nombre? Uno de mis hermanos dijo “pescao po”, no me colocaron pescado, pero igual me decían Juan Pescao y así quedé para toda la vida, ¿simpático, no? En todo caso a mi nunca me ha molestado que me llamen así.
Cuando los llamé para almorzar tomé asiento cerca de ellos para conversar y les pregunté; se enojan ustedes si les pregunto ¿Por qué tienen esos apodos tan divertidos? No, porqué nos vamos a enojar pregunte no más.
Comenzó el Tres y Medio y así me contó:: Mi nombre es Ramón me dicen así por mis hermanos, yo vivía con mis padres en el campo éramos 8 hermanos, nací en un hospital del pueblo del sur para fiestas patrias, mi madre no pudo pasar a inscribirme en el registro civil porque le dieron el alta un día feriado Llegamos a casa, mi padre se había quedado a cargo de ella, al otro día le dijo mamá, ve al pueblo a traer varias cosas que faltan para la casa y aprovecha de pasar al civil a inscribir al niño, en la huincha de lado de adentro del sombrero te anoto el nombre del niño en un papelito, no lo vayas a perder, papá se fue en bus a comprar las cosas del pueblo; compró todo, se tomó unos traguitos y se dispuso a volver a casa, estaba sentado esperando el bus cuando se acuerda que tenía que pasar al civil, dejó las cosas en custodia y fue a cumplir el encargo, entró a la oficina y le dijo al civil vengo a inscribir un niño, tome asiento le dijo el funcionario ¿Qué nombre le va a poner al niño? Mi padre se acordó que mamá le había anotado el nombre en el sombrero miró dentro de éste y dijo Póngale tres y medio. El civil se dio cuenta que mi padre llevaba varios traguitos encima y le preguntó ¿Cómo se llama usted? Ramón Nuñez contestó mi padre y ese nombre me colocaron pero mi hermano mayor también se llama Ramón y como mi padre contó la talla que le había pasado mis hermanos para distinguirme del mayor me decían tres y medio y así quedé para toda la vida ¿gracioso no? Reímos todos de buenas ganas.
Ahora me toca a mi dijo el otro maestro, su nombre es Juan, Yo nací en el seno de una familia bastante pobre, completaron con mi llegada 10 hijos, igual eran felices, nací el día de San Juan, cuando mi mamá salió del hospital conmigo en sus brazos hacía mucho frío y no tenía chal para envolverme, tuvo la brillante idea de pedirle a un diarero unas hojas de mercurio que es el diario más grande, me colocó en un banco de la plaza y me envolvió bien hasta los pies, bien abrigadito, me colocó un pañal encima y nos fuimos a casa..
Cuando llegamos todos se reunieron alrededor de la cama para ver la guagua me dejaron encima y mamá me sacó el pañal, mis hermanos se mataban de la risas al ver el paquete que traía, uno de mis hermanos dijo mamá parece “pescao”, papá también estaba contento ¿Cómo llamaremos al niño? Como nació el día de San Juan así se llamará y ¿un segundo nombre? Uno de mis hermanos dijo “pescao po”, no me colocaron pescado, pero igual me decían Juan Pescao y así quedé para toda la vida, ¿simpático, no? En todo caso a mi nunca me ha molestado que me llamen así.
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