En busca del Club Ideal
En diciembre se habló de buscar el club modelo o arquetipo de la perfección. Suele asegurarse que lo ideal no está al alcance del hombre por ser éste imperfecto, sin embargo los adultos mayores podemos intentar la creación del mejor club posible, uno que contemple en forma global qué es lo más útil y conveniente a la tercera edad y, lógicamente, evitar cuanto pueda dañarla Una socia dijo:”Un club así tiene que tener una gran cocina” Como en su mirada había una chispa de malicia dudamos en decidir si estaba intensada en el tema Club = edificio o hacía referencia a la confusión tan extendida y sostenida de Club, Entretención = comida. Aún no resolvíamos esta duda cuando se nos acerca un corresponsal de la institución que ya conocimos en “Forjando la Huella” Nos referimos a ”La Vejez Color Oro” de la ciudad de Rucamabhida donde Facundo y Felisa sufrieron un triste bochorno. Relata el informante que “La Vejez Color Oro” realiza su asamblea mensual y el encargado de las finanzas inicia una cuenta de las entradas y salidas de las cuotas sociales, el encargado de llevar el acta de la reunión no escucha bien una cifra, solicita se la repitan y un despistado socio interrumpe afirmando con toda autoridad que esas cifras no tienen porqué ser consignadas en acta. ¡Tal como lo lee! Una asamblea en cuya acta no hay que consignar los informes de las finanzas de la institución. Queremos y todos los adultos mayores necesitamos que nuestros clubes, en lo posible, sustituyan parcialmente al hogar solitario y los socios reemplacen a la familia que abandonó el nido de su niñez. La seriedad del accionar y la vida misma de los clubes de cualquier índole dependen de la calidad de sus asambleas y de las actas que se levanten de ellas. ¿Chocherías? estima conveniente referirse en extenso a la palabra ACTA [1] Relación escrita de lo que se delibera en una junta. [2] Documento que certifica el resultado de una elección. [3] Historia coetánea y debidamente autorizada de la vida y hechos de un mártir. La historia universal ha guardado muchas actas a través de los tiempos. Nosotros, como americanos, nos enorgullecemos del Acta de Chepultepec redactada, aprobada y firmada en Méjico en marzo de 1945. En ella se promueven la unión y solidaridad de los países americanos, la defensa de sus derechos y mantenimiento de la paz internacional. Se establece la igualdad jurídica de los estados soberanos. Cosas de la fe y del espíritu también están consignadas en actas y se recuerda especialmente el Acta Sanctórum iniciada por el jesuita belga Juan Bolando y continuada por sus discípulos. Si las actas son leídas en la asamblea siguiente es para que los asambleístas corrijan errores, reparen omisiones y toda la vida de la institución quede debida y verídicamente consignada. Para el próximo número, si Dios quiere, conversaremos de Asamblea.