En uno de los primeros boletines se comentan las dos acepciones de la palabra chocherías, la primera tener las facultades mentales disminuidas por la edad y agregamos, nos parece, que ello no era malo ni deshonroso sino sólo consecuencia del paso del tiempo. El segundo significado del vocablo en comento es amor exagerado por personas, animales o cosas. ¿Entre el amor y el odio con cual se queda usted? Estoy chocho por mis bisnietos y estoy chocho de estar chocho.
No me cabe duda que el destino tiene sus propios propósitos y usa recursos poco previsibles. El olvido de mi hijo y su esposa de informarme de la existencia de Valentino habiéndonos comunicado telefónicamente un par de veces en ese periodo conversando de los más variados temas me terremoteo mente y espíritu y despertó mi Chochería por los bisnietos; me pregunto que puedo, que debo hacer por ellos y lo veo claro y sencillo, espero que también provechoso, comunicarles experiencias y puntos de vista resultantes de ochenta y dos años de ser actor a veces y espectador otras de esta dulce y amarga, tranquila y apacible o agitada e inquietante, justa y veraz o traidora y falsa experiencia que llamamos vida.
En este segundo mensaje intento respetar edades. A la mayorcita, distanciada del grupo, Daniela, la siguen Ariadna, Antonella, Ricardo, Bastián y Valentino.
Bisnietas y bisnietos, el ser humano es un complejo compuesto por alma y cuerpo. Cada uno de ellos necesita cuidados y atenciones propias y distintas. El alma y su manifestación más a nuestro alcance, la mente, no tienen una forma física que podamos ver, tocar con nuestras manos, someter a medidas en centímetros, litros, horas ni kilogramos, el cuerpo físico si. El alma es etérea pero una de sus manifestaciones, el intelecto se somete, o se intenta someter, a medidas llamadas pruebas de conocimiento. El cuerpo es consistente y puede ser medido de manera mucho más completa y precisa. Por otra parte el cuerpo es exigentísimo para mantenerse con vida, debemos, rigurosamente, atenderlo 16 veces por minuto: meter aire dentro de los pulmones y si no lo hacemos no sigue viviendo. Debemos introducir alimentos a su estómago cuatro veces al día. Y agua, es un voraz procesador de ese líquido.
Y exige estar dentro de un rango de temperaturas casi invisible mirados mínimo y máximo del universo. Y vestiduras; no le basta con el formidable forro con que lo dotó la naturaleza: la piel, debe cubrirse con ropas de los más variados materiales, colores y diseños realizando, en muchas ocasiones, competencias por quien viste con mayor gasto de dinero. Por aquí comienza una de las exageraciones en la atención al cuerpo y un alejamiento en la atención al alma.
Como atender al alma
Para la vida en común con otros seres humanos obligadamente debemos regirnos por normas de conducta y éstas comenzar desde preceptos llamados comúnmente principios tales como el RESPETO a si mismo y a partir de ahí el respeto por los demás, la observancia de la VERDAD lo que implica analizar si lo que nos dicen corresponde a la realidad y obligarnos a que lo que decimos también lo haga
CREER en que el hombre tiene un destino superior en la tierra que va más allá de satisfacer las necesidades, apetitos y placeres corporales. Encontrar la razón de la vida es una tarea personal y colectiva a la que no damos tiempo. Hay quienes creemos en un ser superior llamado Dios y hay quienes prefieren pensar que el orden universal es regido por misteriosas y desconocidas fuerzas. Y están los que solamente creen y atienden su cuerpo. Absolutamente despreocupados del alma dedican todos sus esfuerzos la persecución del dinero.
Los arqueólogos, estudiosos del pasado han establecido que desde muy remotos tiempos el hombre ha levantado construcciones donde atender el alma. Las ha llamado templos, casas de dios, catedrales, salones del reino, iglesias y múltiples otros nombres. Hay otros lugares dedicados a satisfacer un aspecto más perceptible del alma, el intelecto y que también merecen el calificativo de templos, son los museos, bibliotecas, salas de arte y conciertos.
Por su parte el cuerpo tiene sus templos del consumismo llamados mall, shopping, cadenas, supermercados y otros. Bisnietos, ambas agrupaciones de templos merecen nuestras visitas; tenemos alma y cuerpo.
Como esta Chochería me ha cogido tan fuertemente me reuní con mi hija Adriana y mi nieta Bárbara para conversar de ustedes y anoté algunas características personales tales como que Daniela, cinco años, es muy buena conversadora y como escucharadora habría que calificarla entre regularcita y mala. Ariadna, tres años, está demostrando al mundo que si ha decidido realizar algo eso va a quedar realizado. Bastián, dos años, lleva tres operaciones a corazón abierto, gran fortaleza física y su derroche de alegría y bondad lleva a decir de él este es un ángel Antonella, dos años, argentina, nacida en Cipolleti. Espero referencias de sus padres y abuelos. Ricardo, un año, ya percibió que el cerebro ordena a las manos realizar acciones y que las manos plantean problemas al cerebro; arma correctamente puzzles de pocas piezas y tamaño grande, en todo momento muestra gran serenidad. Siempre exige tener objetos en sus manos. Valentino, cuatro meses, hermano de Antonella y cuyo nacimiento me sacudió y me lleva a pedir a todos los bisabuelos que puedan lucir tan hermosos ramilletes que remitan a sus propios bisnietos las experiencias de sus largas vidas. Pueden ser nuestros bisnietos, los suyos y los míos, el inicio de correcciones en la conducta humana.
Temo estar entregando a mis bisnietos un panorama excesivamente pesimista de la existencia humana en la tierra. No, no lo es. La existencia del hombre está en una escala de excelentísimo hasta un poco bueno y de pésimo hasta empezando a ser malo. Las calificaciones pueden estar tanto en las cosas o los hechos en si como en nuestra propia percepción de ellas. Llevar por el conocimiento de lo bueno y lo mano es una difícil tarea de los padres que ven sus esfuerzos limitados, contradichos y combatidos de muchas formas. Los corruptores usan de modo diabólicamente inteligente los medios de comunicación y usan a los ya corrompidos como eficaces contaminadores.
Bisnietos, la muy difícil tarea de vuestros padres necesita del apoyo de una sociedad compuesta en el presente por muchos adoradores del consumismo y menos, felizmente también los hay, integrantes del grupo convencido que somos alma y cuerpo.
Invoco la ayuda de Dios.