Noche Fatal, ... Autora: Cardelina de los Ángeles
Alegre, de buen corazón,
Por la niña Margarita
Estaba loco de amor.
Una tarde la encontró
Al regresar de la huerta
Ven a verme esta noche le dijo
Mi ventana estará abierta
Clemente rondaba la casa
Casi todos los días
Conocía muy bien el cuarto
Donde ella dormía
Cuando llegó a su casa
Se bañó, se perfumó,
Se puso la mejor tenida
Pensando en esa noche
Lo bien que lo pasaría.
Estaba tan feliz
Cuando saltó la ventana
Encontró a su Margarita
Recostadita en la cama.
La abrazo con ternura
La besó con pasión
Pero si no se apuraba
Perdería la ocasión.
Estaba como Dios lo echó al mundo.
Listo para el amor
Pero en ese preciso instante
Comenzó un tremendo temblor
Todos salieron al patio
Con la mano en el corazón
Pidiéndole a Diosito
Que parara el remezón
Clemente de pies a cabeza
Con una manta tapado
Nadie me conocerá ¡dijo!
Estoy bien camuflado
No contó con el perro, que no era tonto
Olfateó a todos lados
Su instinto le dijo que en el lote
Había algún infiltrado.
Clemente se dio cuenta
Que el perro lo desconocía
Despacito como pudo
Hacia el cerco se corrió
Justo que pega el salto
Para caer al potrero
Siente el tarascón del perro
Que le agarró el trasero
Corrió como desesperado
Por un huerto de melones
Con el perro tras de él
Pisándole los talones
Pero como la desgracia
Nunca llega sola
Se largó una tremenda lluvia
Que lo mojó hasta la cola.
A su casa llegó cansado
Estilando como sopa
Había perdido a su amor
Y de paso también la ropa
Se sentó de golpe en su cama
Para poder descansar
Pero el tarascón del perro
Como resorte lo hizo saltar
Clemente nunca más
Salió a romancear de noche
Porque el temblor, la lluvia y el perro
Le dieron su buen reproche