La Remolienda.
La celebrada obra de Alejandro Sieveking esta vez se mostró a los Adultos Mayores de Graneros y público en general, gratuitamente y como anticipo de fiestas patrias, montando la fonda “La Diuca Taimá” en el escenario del Teatro Municipal.
Los remoledores fueron el grupo teatral del club Adulto Mayor “Hermanos Cristóbal” de Copequén, presididos por Fernando Astorga y dirigidos por la profesora de teatro María Teresa Carreño.
Chocherías iba preparado a ver una obra teatral de aficionados, con titubeos, inseguridades, algún olvido en los parlamentos y errores en las entradas. Chocherías se llevó la gratísima sorpresa de ver montaje, caracterización, actuación, vocalizaciones absolutamente seguras y apropiadas, la dirección de las entradas y salidas perfectamente sincronizadas. La presentación estuvo tan bien lograda que los espectadores nos sentimos incorporados como participantes a la remolienda, lo manifestamos con frecuentes risas, aplausos y comentarios de butaca a butaca.
Las horas de ensayo, trabajo serio tomado con seriedad, deben haber sido muchas y la dirección de María Teresa Carreño además de eficiente y dedicada, suponemos que tuvo una buena dosis de amor. Artistas de Copequén, por favor, sigan, le hace bien a Chile, comunas de Cachapoal propiciémosles actuaciones, verlos nos proporciona un agradable esparcimiento y una visión diferente apartada del diario vivir. Fernando Astorga, gracias por lo que ha logrado y continúe. Los adultos mayores lo necesitamos.
Terminada la presentación hubo una breve entrevista a María Teresa Carreño y continuaba una ronda de cuecas. Los espectadores fuimos gratamente sorprendidos con una atención municipal, se nos llevó a la butaca un vaso de jugo y un pan que contenía en su centro un muy sabroso trozo de arrollado. Chocherías volvió a Rancagua con el espíritu muy en alto y con un agradable sabor en la boca.
Los remoledores fueron el grupo teatral del club Adulto Mayor “Hermanos Cristóbal” de Copequén, presididos por Fernando Astorga y dirigidos por la profesora de teatro María Teresa Carreño.
Chocherías iba preparado a ver una obra teatral de aficionados, con titubeos, inseguridades, algún olvido en los parlamentos y errores en las entradas. Chocherías se llevó la gratísima sorpresa de ver montaje, caracterización, actuación, vocalizaciones absolutamente seguras y apropiadas, la dirección de las entradas y salidas perfectamente sincronizadas. La presentación estuvo tan bien lograda que los espectadores nos sentimos incorporados como participantes a la remolienda, lo manifestamos con frecuentes risas, aplausos y comentarios de butaca a butaca.
Las horas de ensayo, trabajo serio tomado con seriedad, deben haber sido muchas y la dirección de María Teresa Carreño además de eficiente y dedicada, suponemos que tuvo una buena dosis de amor. Artistas de Copequén, por favor, sigan, le hace bien a Chile, comunas de Cachapoal propiciémosles actuaciones, verlos nos proporciona un agradable esparcimiento y una visión diferente apartada del diario vivir. Fernando Astorga, gracias por lo que ha logrado y continúe. Los adultos mayores lo necesitamos.
Terminada la presentación hubo una breve entrevista a María Teresa Carreño y continuaba una ronda de cuecas. Los espectadores fuimos gratamente sorprendidos con una atención municipal, se nos llevó a la butaca un vaso de jugo y un pan que contenía en su centro un muy sabroso trozo de arrollado. Chocherías volvió a Rancagua con el espíritu muy en alto y con un agradable sabor en la boca.
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