La isla del Encanto
En una lejana isla vivían una tribu llamada floresienses, de pequeños seres humanos que eran muy felices.
Su isla estaba dotada de todo lo que ellos necesitaban, agua, animales, una vegetación impresionante, donde abundaban las flores más hermosas que se pudieran encontrar de diferentes especies. Vivir ahí era lo más tranquilo, tanto así que le decían la isla de las flores y el encanto.
En otras islas cercanas, vivían nuevas especies humanas que eran lo contrario de los floresienses.
Un día la hija del jefe, estaba en la playa con sus amigas gozando del tranquilo mar cuando de repente apareció un hombre de otra raza del cual sus amigas se asustaron y la dejaron sola. Se miraron y quedaron encantados, él la conquistó y empezaron una relación a escondidas de sus respectivos padres, quienes no venían con buenos ojos esa amistad.
Pero el amor que ellos se tenían, superaba todos los problemas.
Paso mucho tiempo y este amor dio sus frutos, los padres de la niña, se dieron cuenta he interrogaron a su hija, ya con bastante muestra de su maternidad, quién contó toda la verdad. Sus padres la comprendieron y autorizaron para que se casarán y todos vivieron muy felices años y años.
Su isla estaba dotada de todo lo que ellos necesitaban, agua, animales, una vegetación impresionante, donde abundaban las flores más hermosas que se pudieran encontrar de diferentes especies. Vivir ahí era lo más tranquilo, tanto así que le decían la isla de las flores y el encanto.
En otras islas cercanas, vivían nuevas especies humanas que eran lo contrario de los floresienses.
Un día la hija del jefe, estaba en la playa con sus amigas gozando del tranquilo mar cuando de repente apareció un hombre de otra raza del cual sus amigas se asustaron y la dejaron sola. Se miraron y quedaron encantados, él la conquistó y empezaron una relación a escondidas de sus respectivos padres, quienes no venían con buenos ojos esa amistad.
Pero el amor que ellos se tenían, superaba todos los problemas.
Paso mucho tiempo y este amor dio sus frutos, los padres de la niña, se dieron cuenta he interrogaron a su hija, ya con bastante muestra de su maternidad, quién contó toda la verdad. Sus padres la comprendieron y autorizaron para que se casarán y todos vivieron muy felices años y años.
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