Tontín copia anécdotas de Historias de la historia.
Se cuenta que un día se encontraron en una acera de Madrid Jacinto Benavente y José María Carretero, más conocido por su seudónimo de El Caballero Audaz, gran corpachón, metro noventa de estatura y espadachín conocido por sus varios duelos que dijo contemplando al gran dramaturgo, pequeño, delgado, barba cuidada y fama de afeminado:
-Yo no cedo el paso a maricones.
-Pues yo si- dijo Benavente bajando de la acera.
Otra
Se cuenta que el cardenal Rampolla cuando era secretario de León XIII recibió un día la visita de un joven de la rancia nobleza francesa que dijo que quería confesarse con él.
La confesión fue larga. Los pecados, especialmente contra el sexto mandamiento, eran incontables.
-Hijo mío-le dijo el cardenal-, y ¿Qué te ha impulsado a venir al tribunal de la penitencia?
-Eminencia, es que voy a casarme dentro de unos días.
-Entonces, hijo mío, no te voy a imponer ninguna penitencia.
Ya es bastante la del matrimonio.
-Yo no cedo el paso a maricones.
-Pues yo si- dijo Benavente bajando de la acera.
Otra
Se cuenta que el cardenal Rampolla cuando era secretario de León XIII recibió un día la visita de un joven de la rancia nobleza francesa que dijo que quería confesarse con él.
La confesión fue larga. Los pecados, especialmente contra el sexto mandamiento, eran incontables.
-Hijo mío-le dijo el cardenal-, y ¿Qué te ha impulsado a venir al tribunal de la penitencia?
-Eminencia, es que voy a casarme dentro de unos días.
-Entonces, hijo mío, no te voy a imponer ninguna penitencia.
Ya es bastante la del matrimonio.
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