El billete de 500 pesos
(El hecho relatado ocurre en México, la relación del billete de 500 pesos podría ser con uno nuestro de 20 000)
Pablo, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar café. Deprimido, descargó en ella sus angustias… que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación… Todo parecía mal en su vida.
Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 550 pesos y le dijo ¿quieres este billete.
Pablo, un poco confundido al principio le contestó –Claro, Laura… son 500 pesos ¿Quién no los querría?
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola… Mostrando la pequeña pelotita a Pablo volvió a preguntarle y ahora ¿lo quieres también?
-Laura, no se que pretendes con esto pero siguen siendo 500 pesos. Claro que lo aceptaré, si me lo das.
Laura desdobló el billete, lo tiró al suelo y restregó con el pie, levantándolo luego sucio y marcado -¿Lo sigues queriendo?
-Mira Laura, sigo sin entender a donde vas pero es un billete de 500 pesos y mientras no lo rompas conserva su valor.
-Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o te pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido… Lo que debes preguntarte es cuanto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar a decir palabra alguna, mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro…
Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: Toma, guárdalo para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal…pero me debes un billete nuevo de 500 pesos para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesita. Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.
Colaboración recibida por Internet. Gracias.
Pablo, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar café. Deprimido, descargó en ella sus angustias… que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación… Todo parecía mal en su vida.
Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 550 pesos y le dijo ¿quieres este billete.
Pablo, un poco confundido al principio le contestó –Claro, Laura… son 500 pesos ¿Quién no los querría?
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola… Mostrando la pequeña pelotita a Pablo volvió a preguntarle y ahora ¿lo quieres también?
-Laura, no se que pretendes con esto pero siguen siendo 500 pesos. Claro que lo aceptaré, si me lo das.
Laura desdobló el billete, lo tiró al suelo y restregó con el pie, levantándolo luego sucio y marcado -¿Lo sigues queriendo?
-Mira Laura, sigo sin entender a donde vas pero es un billete de 500 pesos y mientras no lo rompas conserva su valor.
-Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o te pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido… Lo que debes preguntarte es cuanto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar a decir palabra alguna, mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro…
Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: Toma, guárdalo para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal…pero me debes un billete nuevo de 500 pesos para poderlo usar con el próximo amigo que lo necesita. Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.
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