La vejez color oro
Este emblemático club de Adulto Mayor del ignoto pueblito de Rucamábhida decidió gastarse los fondos acumulados durante el año anterior en un día bien comido. Después de un prolijo estudio de quien ofrecía mejor y más abundante comida se eligió al centro de eventos “La Curvatura de Lo Visto” en Lo Visto, pueblito vecino a Rucamábhida. Elección acertada. Recibimiento con chicha, harina tostada y azúcar, todo puesto para servirse y repetirse. A las 11,30 de la mañana ya los visitantes podrían estar al borde de la fatiga y se les obsequió con un sencillo “tentempié” consistente en una fragante, doradita, humeante empanada tamaño empanada y media. Con esto ya pudo esperarse con absoluta tranquilidad el almuerzo servido cerca de las 14 horas consistente en sopa, plato de fondo que traía un trozo de cerdo y una presa de pollo a los que se añadían los acompañamientos habituales, arroz y ensaladas; con esta carga gástrica la memoria rehúsa funcionar y no queda recuerdo en que consistió el postre pero lo hubo y tesito o agüita de hierbas para ayudas a la digestión. El asado programado para la hora de onces, sensatamente se cambió por un sándwich de pan amasado con pernil y un líquido a elección.
La naturaleza manifestó su aprobación proporcionando la inesperada lluvia tipo diluvio, rayos, truenos y relámpagos con que finalizó ese día.
Los dirigentes, con este formidable día ganaron puntos en popularidad y no tienen nada que reprocharse, en su club de adultos mayores no hay diabéticos ni hipertensos, nadie que deba preocuparse por sus cifras de colesterol y nadie que tenga régimen con absoluta prohibición de sal.
Es posible que leyendo “Cinco porciones de frutas y verduras al día” (suponemos que el poli de Rucamábhida recibió los folletos) y este gastar en comida gran parte de los fondos de La Vejez Color Oro se note una pequeña disparidad de criterios.
La naturaleza manifestó su aprobación proporcionando la inesperada lluvia tipo diluvio, rayos, truenos y relámpagos con que finalizó ese día.
Los dirigentes, con este formidable día ganaron puntos en popularidad y no tienen nada que reprocharse, en su club de adultos mayores no hay diabéticos ni hipertensos, nadie que deba preocuparse por sus cifras de colesterol y nadie que tenga régimen con absoluta prohibición de sal.
Es posible que leyendo “Cinco porciones de frutas y verduras al día” (suponemos que el poli de Rucamábhida recibió los folletos) y este gastar en comida gran parte de los fondos de La Vejez Color Oro se note una pequeña disparidad de criterios.
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