martes, mayo 06, 2008

Las cuatro velas

Las cuatro velas se quemaban lentamente, había tal silencio que se podía oír el diálogo que mantenían.
La primera dijo: ¡YO SOY LA PAZ! Las personas no consiguen mantenerme. Creo que me voy a apagar. Y, disminuyendo su fuego rápidamente, se apagó por completo.
Dijo la segunda: ¡YO SOY LA FE! Lamentablemente a los hombres les parezco superflua, no quieren saber de mí. No tiene sentido permanecer encendida. Cuando terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó.
Rápida y triste la tercera vela se manifestó: ¡YO SOY EL AMOR! No tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman. Y, sin esperar más, se apagó.
De repente... entró un niño y vio las tres velas apagadas. Pero, ¿qué es esto? Deberíais estar encendidas hasta el final. Al decir esto comenzó a llorar.
Entonces, la cuarta vela habló:
- No tengas miedo, mientras yo tenga fuego, podremos encender las demás velas. ¡YO SOY LA ESPERANZA!
Con los ojos brillantes, agarró la vela que todavía ardía... Y encendió las demás.
¡QUE LA ESPERANZA NUNCA SE APAGUE DENTRO DE NOSOTROS!
Sepamos ser la herramienta que los niños, - y los ancianos, - necesitan para mantener la Esperanza, la Fe, la Paz y el Amor.
¡QUE LA ESPERANZA NUNCA SE APAGUE DENTRO DE NOSOTROS!
Sepamos ser la herramienta que los niños, - y los ancianos, - necesitan para mantener la Esperanza, la Fe, la Paz y el Amor.