martes, diciembre 04, 2007

Recordando a mi tía Rosario. Autora Amaray.

Ella era una mujer como de sesenta años, yo, creo que de nueve o diez, recuerdo que me decía “bellaquita” (¿Acaso lo fui?).
Vivíamos en un pequeño pueblo en el sur de Chile, Hualqui, a 24 Km. de Concepción, allá si que llueve y como la casa era pequeña a mi me tocó dormir con la tía Rosario. Era muy entretenida, se acostaba temprano y siempre con un rosario en sus flacas manos, yo entraba y salía del dormitorio hasta que besando la cruz se disponía a dormir.
Yo me colocaba mi pijama y me deslizaba a su lado ¡Que olorosita y flaquita era! Y ella comenzaba a contarme historias de la familia de mi mamá, supe que mi abuela murió de pena a los 22 años, porque mi abuelo se ahogó en barco carguero en Iquique. Mi tía Rosario tuvo cinco hermanos, entre sonrisas recordaba a Alejandro, un ejemplo de hombre que desafiaba a todos incluso al diablo, jugador, borracho, desconsiderado, y sin miedo a nada. Una vez volvía al fundo “Entre Ríos” en Lindares hacia la cordillera, lo siguió un “chonchón” decía mi tía, tanto lo hostigó el bicho que el tío Alejandro enojado se apeó y sacó la montura del caballo y colocó el pelero al revés y el bicho cayó y el tío también cayó desmayado, al otro día lo encontraron unos inquilinos albo como la muerte y lo llevaron a su casa, sólo le duró un día la seriedad y el susto, ya que al otro día ya estaba haciendo sus diabluras, como recuerdo tu sonrisa al contarme esas historias que yo pequeña a tu lado disfrutaba, imaginaba y también reía.
Hoy hago un alto en mi vida para recordarte tía y seguir contando tus historias…..Tu sobrina nieta.