Curiosidades, el tabaco

Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, marinos de Colón, vieron a los indígenas fumar por allá por octubre de 1492. Jerez se convirtió en fumador y de regreso a España hizo una demostración pública. La Inquisición lo condenó a la cárcel porque “Sólo el diablo podía dar a un hombre la capacidad de echar humo por la boca”
Cumplida la condena Rodrigo se llevó la sorpresa de comprobar que el uso del tabaco se había popularizado entre sus paisanos.
En aquella lejana época hubo interesados en buscar propiedades benéficas en el tabaco. Semillas llevadas desde América germinaron sin dificultades en Europa. Con plantas de tabaco en sus jardines los estudiosos dejaron de depender de los viajes de Colón y navegantes posteriores para proveerse de la hierba exótica.
Entre las curaciones conseguidas quedó registrada la de las migrañas de Catalina de Medicis, esposa de Enrique segundo de Francia. La hazaña fue conseguida por Jean Nicot, diplomático francés que por esta calidad hizo que se popularizara con el mote de “La hierba del embajador”.
Ya en esos lejanos años algunos países intuyeron la peligrosidad del tabaco y prohibieron su uso mientras en otros le atribuyeron propiedades casi milagrosas.
Quinientos años más tarde, comprobados los serios perjuicios a la salud humana, se toman severas medidas en contra del consumo de tabaco