Meditando
En un hogar de Rancagua, común y corriente, uno más entre los miles y miles de hogares de nuestra ciudad, previa a la tradicional y tan esperada sesión de romper los bellos envoltorios adornados con cintas simulando flores o simplemente haciendo apretadas figuras geométricas el… ¿Cómo podría decir?...bueno, el esposo de esa familia…Permítaseme una digresión …
Hace muy pocos años, sin la menor duda, habría tendido a mano las expresiones “El jefe de hogar” o ese otro decir que henchía de orgullo a muchos “El que lleva los pantalones” Esas expresiones perdieron prestancia en esta vida siglo 21, la jefatura y los pantalones están muy compartidos, pero en la oportunidad en comento se nos produjo el sentimiento que el hablante retomaba la autoridad y conseguía el respeto de los antiguos patriarcas.
Pidió a la familia ponerse de pie, se refirió brevemente a sus temores de una conflagración mundial que termine con la vida del planeta, un desastre atómico a muchos parece a la vuelta de la esquina, distribuyó entre los presentes un papel conteniendo la “Oración Por La Paz” que dejó Juan Pablo II y solicitó la leyéramos en coro y voz alta. Aceptamos, con un matiz de sorpresa por lo inesperado de la petición y lo inusual de leer en coro, esto a continuación de una alegre cena matizada con los chistes fomes de mi nieto. Leimos:
“Oh Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación; reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo dividido por la disputa y la discordia, tú nos haces preparar para la reconciliación
Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios puedan estrecharse las manos y para que las personas puedan encontrar entre si la armonía, para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz, para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere al odio, para que el perdón venza el deseo de venganza”
1. ¿Chocherías? pide a usted que este 24 de febrero, en un momento oportuno, lea con su familia “Esta plegaria “POR LA PAZ” y continúe haciéndolo el 24 de cada mes durante el año 2007. Si finalmente se impone la cordura y no estalla la temida guerra atómica, con todo derecho podremos creer que nosotros contribuimos a ello.
Hace muy pocos años, sin la menor duda, habría tendido a mano las expresiones “El jefe de hogar” o ese otro decir que henchía de orgullo a muchos “El que lleva los pantalones” Esas expresiones perdieron prestancia en esta vida siglo 21, la jefatura y los pantalones están muy compartidos, pero en la oportunidad en comento se nos produjo el sentimiento que el hablante retomaba la autoridad y conseguía el respeto de los antiguos patriarcas.
Pidió a la familia ponerse de pie, se refirió brevemente a sus temores de una conflagración mundial que termine con la vida del planeta, un desastre atómico a muchos parece a la vuelta de la esquina, distribuyó entre los presentes un papel conteniendo la “Oración Por La Paz” que dejó Juan Pablo II y solicitó la leyéramos en coro y voz alta. Aceptamos, con un matiz de sorpresa por lo inesperado de la petición y lo inusual de leer en coro, esto a continuación de una alegre cena matizada con los chistes fomes de mi nieto. Leimos:
“Oh Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación; reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo dividido por la disputa y la discordia, tú nos haces preparar para la reconciliación
Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios puedan estrecharse las manos y para que las personas puedan encontrar entre si la armonía, para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz, para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere al odio, para que el perdón venza el deseo de venganza”
1. ¿Chocherías? pide a usted que este 24 de febrero, en un momento oportuno, lea con su familia “Esta plegaria “POR LA PAZ” y continúe haciéndolo el 24 de cada mes durante el año 2007. Si finalmente se impone la cordura y no estalla la temida guerra atómica, con todo derecho podremos creer que nosotros contribuimos a ello.
2. Pide a las confesiones cristianas no católicas que adopten, modifiquen o produzcan una oración similar y los días 24 de cada mes se unan a este ruego “Por La Paz”
3. Pide a las religiones no cristianas que patrocinen acciones similares
4. Pide a los ateos y a los agnósticos se unan a estas peticiones “Por La Paz”
Así estaremos cada día 24, los adultos mayores implorando por la supervivencia de nietos y bisnietos y por la supervivencia de los nietos y bisnietos de ellos.
<< Home