Chocho el viejo recibe un obsequio
Sabedora Bubo que el objeto de la vida para su tata, Chocho el Viejo, es la lectura le obsequió dos libros: “El Arte de la Guerra” cuyo autor es Sun Tzu y “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo”
El regalo no fue hecho en átomos sino en bits. Esto se lo explicamos inmediatamente, en átomos quiere decir un libro como cualquiera que usted conozca, hecho en papel con tapas de cartón o cartulina, tiene cuerpo y forma, usted puede tenerlo en sus manos o dejarlo en compañía de otros libros en un estante. También puede prestarlo y no volver a verlo nunca más o descuidarlo para que caiga en manos de un pequeñuelo armado de un lápiz y recuperarlo con ilustraciones muy originales.
En bits quiere decir que no tiene cuerpo ni forma ni peso, Bubo los instaló en el computador de Chocho y a éste le basta algún toque en el teclado o con el ratón y tiene el libro ante su vista para leer hasta cuando sienta en sus ojos la molestia de una irritación ¡Esta viejito el Viejo! Puede guardarlo y continuar su lectura cuando le parezca bien. Este libro no se presta ni lo puede rayar un aspirante a grafiti. Si a Chocho le parece bien puede permitir que alguien lo copie en un disco compacto, de los llamados “C-D” y pronunciados sidi o que lo lleve en su pentdriver, un pequeño objeto que se enchufa en un computador y copia lo que necesita de éste o le entrega lo que tiene copiado. Es un objeto pequeñito con una cola de delgado cable. Esta cosa mínima en estatura es capaz de transportar y manejar cientos de miles de bits. En ambos casos lo que estaba en el computador sigue ahí y lo que se lleva son otros bits que se crearon al copiar.
Probablemente ¿Chocherías? le esta contando cosas que no conocía pero que las ha entendido sin problemas. ¿O no? La próxima vez que sepa de un curso de computación inscríbase y sígalo. Si le enseñan algo que no puede entender no culpe a su vejez ni se atribuya que “Está duro de cabeza” Quien le está enseñando no está usando métodos apropiados al adulto mayor Si no entiende lo que Chocherías le dice, es la misma cosa, lo escrito está poco claro y debe reclamarlo.
El obsequio de Bubo “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. Hablar de libros es hablar de autores. Este nombre absolutamente desconocido para Chocho debe estar presentando a un novel escritor, probablemente un joven que recién se inicia en las artes de la literatura y Chocho lee la información que el mismo libro trae del autor. ¡Sorpresa! Así de grande. El libro fue escrito dos mil quinientos años antes de Cristo por un general chino. Cortito, sólo 32 páginas, sus observaciones, conclusiones y consejos siguen tan vigentes hoy como hace dos mil quinientos años. Se sabe que ha formado parte de la instrucción militar de generales que han cambiado la historia del planeta tales como Napoleón y Mao Tse Tung. Sus preceptos pueden transferirse fácilmente de la guerra a las confrontaciones cotidianas. La vida en ocasiones o circunstancias puede ser una guerra y servir lo dicho por Sun Tzu.
El otro obsequio de Bubo fue “El Príncipe” de Machiavelo. Este libro pertenece a los clásicos de la literatura universal y su autor tiene un puesto entre los grandes. Chocho, desmemoriado él, lo único que recuerda de Machiavelo es una máxima muy discutible “El fin justifica los medios” En pro y contra de esta máxima se puede argumentar hasta el infinito pero el objeto de este comentario es otro: entregar al adulto mayor un conocimiento de la computación que vaya más allá de las sorprendentes exhibiciones con que hijos, nietos y sobrinos suelen llenar la pantalla del computador. Ahora a su conocimiento de los átomos agrega el de los bits. Probablemente, por ahí un curso de computación lo (la) está esperando.
El regalo no fue hecho en átomos sino en bits. Esto se lo explicamos inmediatamente, en átomos quiere decir un libro como cualquiera que usted conozca, hecho en papel con tapas de cartón o cartulina, tiene cuerpo y forma, usted puede tenerlo en sus manos o dejarlo en compañía de otros libros en un estante. También puede prestarlo y no volver a verlo nunca más o descuidarlo para que caiga en manos de un pequeñuelo armado de un lápiz y recuperarlo con ilustraciones muy originales.
En bits quiere decir que no tiene cuerpo ni forma ni peso, Bubo los instaló en el computador de Chocho y a éste le basta algún toque en el teclado o con el ratón y tiene el libro ante su vista para leer hasta cuando sienta en sus ojos la molestia de una irritación ¡Esta viejito el Viejo! Puede guardarlo y continuar su lectura cuando le parezca bien. Este libro no se presta ni lo puede rayar un aspirante a grafiti. Si a Chocho le parece bien puede permitir que alguien lo copie en un disco compacto, de los llamados “C-D” y pronunciados sidi o que lo lleve en su pentdriver, un pequeño objeto que se enchufa en un computador y copia lo que necesita de éste o le entrega lo que tiene copiado. Es un objeto pequeñito con una cola de delgado cable. Esta cosa mínima en estatura es capaz de transportar y manejar cientos de miles de bits. En ambos casos lo que estaba en el computador sigue ahí y lo que se lleva son otros bits que se crearon al copiar.
Probablemente ¿Chocherías? le esta contando cosas que no conocía pero que las ha entendido sin problemas. ¿O no? La próxima vez que sepa de un curso de computación inscríbase y sígalo. Si le enseñan algo que no puede entender no culpe a su vejez ni se atribuya que “Está duro de cabeza” Quien le está enseñando no está usando métodos apropiados al adulto mayor Si no entiende lo que Chocherías le dice, es la misma cosa, lo escrito está poco claro y debe reclamarlo.
El obsequio de Bubo “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. Hablar de libros es hablar de autores. Este nombre absolutamente desconocido para Chocho debe estar presentando a un novel escritor, probablemente un joven que recién se inicia en las artes de la literatura y Chocho lee la información que el mismo libro trae del autor. ¡Sorpresa! Así de grande. El libro fue escrito dos mil quinientos años antes de Cristo por un general chino. Cortito, sólo 32 páginas, sus observaciones, conclusiones y consejos siguen tan vigentes hoy como hace dos mil quinientos años. Se sabe que ha formado parte de la instrucción militar de generales que han cambiado la historia del planeta tales como Napoleón y Mao Tse Tung. Sus preceptos pueden transferirse fácilmente de la guerra a las confrontaciones cotidianas. La vida en ocasiones o circunstancias puede ser una guerra y servir lo dicho por Sun Tzu.
El otro obsequio de Bubo fue “El Príncipe” de Machiavelo. Este libro pertenece a los clásicos de la literatura universal y su autor tiene un puesto entre los grandes. Chocho, desmemoriado él, lo único que recuerda de Machiavelo es una máxima muy discutible “El fin justifica los medios” En pro y contra de esta máxima se puede argumentar hasta el infinito pero el objeto de este comentario es otro: entregar al adulto mayor un conocimiento de la computación que vaya más allá de las sorprendentes exhibiciones con que hijos, nietos y sobrinos suelen llenar la pantalla del computador. Ahora a su conocimiento de los átomos agrega el de los bits. Probablemente, por ahí un curso de computación lo (la) está esperando.
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