Vitaminas
¿Cuántas veces pronunciamos, escuchamos de otras personas, de la radio y televisión o leemos en periódicos, revistas y propaganda esta palabra?
De verdad este vocablo forma parte de nuestro transcurrir cotidiano, su uso repetido y constante hace que el término “vitaminas”se nos haga tan familiar que acaba por darnos la sensación que sabemos mucho, mucho, o que lo sabemos todo acerca de ellas. Las relacionamos con nuestra y con la ajena salud. Con la belleza. Con el crecimiento de los niños y con el retardo del envejecimiento, la conservación de la memoria, resistencia al cansancio. Probablemente usted podrá añadir a esta lista alguna cosita más.
Está generalizada la creencia que el consumo de vitaminas puede ser ilimitado; ingerir más de sus comprimidos, gotas o cápsulas nos otorgaría mayores beneficios y esto en realidad puede significar, en casos extremos, daño para la salud y perjuicio para el bolsillo. Usted podría estar comprando e ingiriendo un producto de alto costo que no necesita y por ello no lo beneficia y hasta su hígado podría preguntarle ¿Más de lo mismo?
Como esto no ocurre en Rucamabhida sino aquí y ahora Chocherías buscó información responsable y no comercialmente interesada en venderle y prefirió un artículo de Selecciones del Reader’s Digest, edición noviembre de 1992 y que ocupa cinco páginas de la revista, apretadas de información estrictamente científica. De ellas extractamos una básica y resumida información tal como “Se han identificado hasta la fecha 13 vitaminas esenciales para las reacciones químicas que protegen a las células y convierten los alimentos en energía y tejido vivo” “La mayoría deben ingerirse, la vitamina A se sintetiza en la piel por efecto de los rayos solares y la vitamina K, la biotina y el ácido pantoténico son elaborados por la flora intestinal”
Comentario nuestro: Suele ocurrir que en lo que leemos una palabra sea eje central de lo dicho y por desconocimiento u olvido de su significado exacto pierde fuerza el pensamiento o la información que recibimos. En el caso de la vitamina A sintetizar es componer un todo con la unión de sus partes por efecto de los rayos solares; las partes las suministra nuestra alimentación. En lenguaje sencillo y directo el sol nos ayuda a fabricar vitamina A
Volvemos al Reader’s. “Una importante corriente de investigadores asegura que la dieta normal aporta todas las vitaminas necesarias y algunos de ellos manifiestan que el uso de complementos vitamínicos solo sirven para encarecer la orina”
El artículo no intenta dar a entender que las vitaminas son innecesarias ya que en su comienzo citó el número de las esenciales agregando que protegen las células y convierten los alimentos en energía y tejido vivo, el asunto es no tomar y tomar complementos de lo que ya tenemos en la alimentación normal.
Investigaciones realizadas a fines de los ochenta recibieron unánime respeto por los esfuerzos hechos para esclarecer las funciones de las vitaminas como escudo contra las enfermedades. Está establecida a firme la capacidad de diversas vitaminas en la prevención de algunos tipos de cáncer, intervención en la coagulación sanguínea, en la pérdida de calcio en los huesos, en la aparición de cataratas, combatir el daño que causan células oxidadas y la lista se prolonga. Queda un mundo por investigar y se está haciendo.
Quienes ingieren complementos vitamínicos por propia decisión se exponen a dañar su hígado. Nutriólogos y médicos coinciden en que las necesidades básicas se satisfacen con una dieta rica en verduras y frutas, más pan, arroz, cereales, leche, yogur, queso, carne, pescado nueces, frijoles secos.
Antes de usar complementos consulte a quienes están interesados y capacitados en cuidar su salud.
De verdad este vocablo forma parte de nuestro transcurrir cotidiano, su uso repetido y constante hace que el término “vitaminas”se nos haga tan familiar que acaba por darnos la sensación que sabemos mucho, mucho, o que lo sabemos todo acerca de ellas. Las relacionamos con nuestra y con la ajena salud. Con la belleza. Con el crecimiento de los niños y con el retardo del envejecimiento, la conservación de la memoria, resistencia al cansancio. Probablemente usted podrá añadir a esta lista alguna cosita más.
Está generalizada la creencia que el consumo de vitaminas puede ser ilimitado; ingerir más de sus comprimidos, gotas o cápsulas nos otorgaría mayores beneficios y esto en realidad puede significar, en casos extremos, daño para la salud y perjuicio para el bolsillo. Usted podría estar comprando e ingiriendo un producto de alto costo que no necesita y por ello no lo beneficia y hasta su hígado podría preguntarle ¿Más de lo mismo?
Como esto no ocurre en Rucamabhida sino aquí y ahora Chocherías buscó información responsable y no comercialmente interesada en venderle y prefirió un artículo de Selecciones del Reader’s Digest, edición noviembre de 1992 y que ocupa cinco páginas de la revista, apretadas de información estrictamente científica. De ellas extractamos una básica y resumida información tal como “Se han identificado hasta la fecha 13 vitaminas esenciales para las reacciones químicas que protegen a las células y convierten los alimentos en energía y tejido vivo” “La mayoría deben ingerirse, la vitamina A se sintetiza en la piel por efecto de los rayos solares y la vitamina K, la biotina y el ácido pantoténico son elaborados por la flora intestinal”
Comentario nuestro: Suele ocurrir que en lo que leemos una palabra sea eje central de lo dicho y por desconocimiento u olvido de su significado exacto pierde fuerza el pensamiento o la información que recibimos. En el caso de la vitamina A sintetizar es componer un todo con la unión de sus partes por efecto de los rayos solares; las partes las suministra nuestra alimentación. En lenguaje sencillo y directo el sol nos ayuda a fabricar vitamina A
Volvemos al Reader’s. “Una importante corriente de investigadores asegura que la dieta normal aporta todas las vitaminas necesarias y algunos de ellos manifiestan que el uso de complementos vitamínicos solo sirven para encarecer la orina”
El artículo no intenta dar a entender que las vitaminas son innecesarias ya que en su comienzo citó el número de las esenciales agregando que protegen las células y convierten los alimentos en energía y tejido vivo, el asunto es no tomar y tomar complementos de lo que ya tenemos en la alimentación normal.
Investigaciones realizadas a fines de los ochenta recibieron unánime respeto por los esfuerzos hechos para esclarecer las funciones de las vitaminas como escudo contra las enfermedades. Está establecida a firme la capacidad de diversas vitaminas en la prevención de algunos tipos de cáncer, intervención en la coagulación sanguínea, en la pérdida de calcio en los huesos, en la aparición de cataratas, combatir el daño que causan células oxidadas y la lista se prolonga. Queda un mundo por investigar y se está haciendo.
Quienes ingieren complementos vitamínicos por propia decisión se exponen a dañar su hígado. Nutriólogos y médicos coinciden en que las necesidades básicas se satisfacen con una dieta rica en verduras y frutas, más pan, arroz, cereales, leche, yogur, queso, carne, pescado nueces, frijoles secos.
Antes de usar complementos consulte a quienes están interesados y capacitados en cuidar su salud.
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