martes, abril 04, 2006

Estrictamente Verídico

Sábado 11 de febrero, 2006. 5,30 horas, estoy informándome respecto a un asunto que se publicará en Chocherías. Monisisilícima hace una de sus acostumbradas salidas por la ventana. A las 6,30 horas la oigo quejarse, está tirada en el pasillo, tiene las patas en posturas anormales y convulsiones. Nos auxilian mi nuera y mi nieta Chabelita, la del peluche. El veterinario que contactaron nos espera en su estudio. La ausculta, le coloca dos inyecciones y recién, después de haber actuado le conocemos la voz. Explica: “Fue envenenada, le coloqué un antídoto y un regularizador de la función nerviosa, esperaremos media hora y si es capaz de resistir, repetiremos las dosis”. Ausculta y las repite. Explica: “En media hora más pondremos una última inyección para que duerma y usted aprovecha para hacerle un buen aseo” Agrega “El tiempo transcurrido entre la ingestión del veneno y el inicio del tratamiento aseguran un resultado feliz, la próxima semana deberá recibir dos inyecciones para protegerle el hígado”
Monisisilicima Felinus Optimus, vizcondesa de cumbres techadas sigue perteneciendo al mundo de los vivos.
¿Qué ocurrirá en la mente de los envenenadores de animales?