martes, abril 04, 2006

¡Viejo Baboso, Intruso!

Todas las miradas se dirigieron al sitio desde donde se había emitido el insulto. Este provenía, copiando películas policiales, de un varón de raza blanca, cercano a los treinta años, correctamente vestido, raya del pantalón bien impresa, zapatos lustrosos. Su peso podría calcularse en ochenta kilos y su estatura cercana a un metro ochenta.
¿Qué había ocurrido? Nuestro imprudente amigo Tontín está de recreación en la plaza de Rucamabhida y con movimientos aparatosos, con la innegable intención de hacerse notar, recoge del suelo el envoltorio de una galleta chocolatada que el personaje descrito arrojó al suelo. A menos de dos metros de distancia había un receptáculo para desperdicios y ahí, después de alzar la mano mostrando el envoltorio, Tontín lo arrojó dentro recibiendo el improperio del epígrafe.
Las reacciones no fueron muy variadas, la mayoría tomó palco, habría espectáculo gratuito. La excepción fue una damita joven, peso pluma, no más de cincuenta y cinco kilos, que con tono moderado, voz suave y perfectamente audible para todos dijo “El maleducado tiene un basurero a dos metros y el muy idiota olvida que también va a llegar a viejo.
El afectado vio en la damita una conductora de opiniones que iba a volcar a todos en su contra y optó por retirarse apresuradamente.
Tontín agregó “Además mentiroso, yo no tengo SIALORREA.