La llegada de Moni.

Fue, enteramente contra su voluntad, integrada al núcleo familiar Ina, Toby, Chocho el Viejo, con acompañamiento y participación de Evelyn Karen. Para su desgracia Chocho el Viejo no tenía nada que hacer y decidió hacerlo en el paseo Independencia. Topó con un grupo de jovencitas promocionando el amor a los animales. Preguntó por la posibilidad de encontrar una gatita joven, esterilizada y con necesidad de hogar. Llamadas con celulares: No contesta. Salió y llegará en la noche. Ya dio la gatita. ¡Lucía! Que bueno que te pillé…un caballero (Así se refirieron a Chocho)…necesita…..hablar con él. Acuerdo y viaje a buscar la gatita.
La bautizaron o rebautizaron como Monisisilícima Felinus Optimus, Vizcondesa de Cumbres Techadas. El nombre fue abreviado para uso familiar como Moni, .usted deberá usar el nombre completo. Llegó a este dudoso antro el día de Santa Imelda, 14 de septiembre del, para ella, infausto año 2005. La trajeron adormilada, Lucía, increíble que hubiese sido capaz de tal despropósito y traición, la dopó con un pedacito de comprimido, asociándose así a los labradores de su infortunio.
Dejada en libertad en la desconocida y fea pieza cocina inmediatamente se refugió tras el artefacto cocina y quedó inaccesible para los humanos que tan cruelmente intervenían en su vida. Ahí, en ese estrecho cubículo esperaría la muerte. Bueno, como la muerte tardaba tanto en llegar no estaría mal salir a echar una exploradita y una hora mas tarde salió para refugiarse de inmediato bajo la cama de su captor, allí había más espacio para esperar la muerte. Ese tal Chocho el Viejo no hizo ningún intento por tomarla, sentado frente a un cuadrado con luz golpeaba con los dedos un artefacto colocado sobre una mesa. Seguramente un ingenio del demonio y obsequiado personalmente por el mismísimo Satanás. Que el humano ese no se percatara de su existencia era hasta ofensivo. ¿Cómo podía estar tan absorto en golpear con lo dedos y mirar el cuadrado iluminado? En fin, es cosa sabida por todos los gatos del planeta que los humanos son impredecibles.
Continuará…