martes, octubre 04, 2005

Que hacer frente a un Adulto Mayor en días difíciles

Si te ha sucedido que llegas a una casa donde vive algún adulto mayor, tus relaciones con él han sido siempre fluidas, cordiales pero esta vez él, o ella te contesta con monosílabos y palabras breves, rehuye el contacto visual, evita mirarte de frente y es evidente que lo único que desea es desaparecer de tu vista y lo hace tras una excusa farfullada.
Te preguntas si le habrá comenzado un Alzheimer o “estará con los monos” Revisas mentalmente la posibilidad de haberlo ofendido y…no, no hay nada. La explicación es muy, muy otra:
Por algún motivo, estos pueden ser varios, está con uno o más puntos dolorosos en sus encías, alguna dureza en un alimento, un desajuste de una prótesis, el olvido de un aseo o de un enjuagatorio ocasionaron el daño y ha suspendido el uso de una o las dos prótesis. Su cara con una boca despoblada de dientes es su secreto y evita cuanto le sea posible que los suyos lo vean así y los extraños ni pensar. El encuentro contigo lo sorprendió, no se había percatado de la presencia de una visita, de saberlo se encierra hasta cuando te vayas. Colocarse la prótesis puede reactivar las lesiones.
La próxima vez que te encuentres con él, o con ella, como está en circulación se sabe que solucionó su problema y como tu eres prudente y diplomático para ambos el encuentro inesperado NO EXISTIÓ.
Tontín tenía que meter la cuchara y remacha: “Van cachando como los Adultos Mayores somos iguales pero diferentes”