martes, diciembre 07, 2004

Que injusta es la vida con algunos

Que agradecidos debemos estar todas las personas sanas libres de incapacitadas que injusta es la vida con aquellas que la padecen.
En un viaje a Santiago en bus un pasajero sentado adelante de mi despertó de su placido sueño y reclamó suavemente al auxiliar “no me despertó para bajar en Rancagua”. El auxiliar indicó al conductor que detuviese el bus para que el pasajero descendiera en el peaje.
Otra pasajera echó en cara al auxiliar su mala educación y su descuido en la atención de sus obligaciones a lo que contestó “no tengo la culpa que los padres manden solos a sus hijos enfermos”
Este Joven “enfermo” es un joven de 29 años ya un hombre, casado y padre de una niñita de 1 año y 2 meses, hermosa como el dice la alegría de su vida, es profesional se título de técnico mecánico además de tener otros cursos, como soldador, computación avanzada, etc.… ¿En realidad podríamos decir que este joven es “enfermo”? Cual es su problema.
Cuando el tenia 19 años como a todo joven le gustaba la aventura, la velocidad y las motos, la incapacidad que el tiene fue producto de un accidente una micro lo chocó cuando iba en su moto.
Después de estar tres meses en coma salió adelante y en la actualidad es un joven normal a no ser por que quedó con un problema en el habla lo que cuando se pone nervioso no le permite hablar bien y un leve casi no notorio problema sicomotor.
El otro día me lo topé, estuvimos conversando, me contó que andaba tratando de buscar trabajo, que nadie lo quería contratar por su problema para hablar que en realidad no es tanto que digamos, me dice que el como puede ayuda a su esposa. Escribe poemas y los vende en la calle a la espera de una generosa cooperación de alguien. Como puede se esfuerza por salir adelante.
Nos falta ser solidarios con lo que no tuvieron la misma suerte, el mundo actual esta hecho para personas que no sufran ni el más mínimo defecto sino no sirven.
Si vemos los edificios públicos, el metro de Santiago, las micros, por nombrar algunas que son miles, una persona inválida no tiene como transportarse. Aquí en nuestra ciudad en Rancagua yo he visto como los colectivos pasan de largo al ver a una persona en silla de ruedas, dicen que pierden mucho tiempo en que suba y baje que el resto de los pasajeros se molesta.
La sociedad actual es individualista no se preocupa por que el que esté al lado es la frase más frecuente, no es mi problema. Creo que debemos cambiar, a cualquiera le puede pasar lo que le paso a este joven, a nosotros no nos gustaría que nos discriminaran y nos trataran de inútiles o inservibles.
Démosle una oportunidad a estas personas para superarse y ser mejores. Con el tiempo verán que da los mismos frutos y a veces aun más que una persona “normal o sana”, me consta que son más dedicados y agradecen cada oportunidad que les da la vida