Empatía
Un cruce de calles de intenso tránsito vehicular y paso de numerosas personas, ambos aprovechan sus luces verdes hasta el último segundo. Los peatones están en desventaja, los de un lado cruzan enfrentándose a los del lado contrario, un grupo de cada lado, por hábito, disciplina o modales civilizados, lo hace por su derecha, otros cruzan chocándose fuertemente con los que vienen de enfrente.. Los automóviles no tienen ese problema, luz verde y disponen de una amplia pista por la cual salir de estampida.
Un anciano de andar algo más lento, cerca de su vereda de destino, tropieza con un ligero desnivel del pavimento cae de bruces y la luz cambia permitiendo el paso de los vehículos.
Ocurren simultáneamente muchas cosas: los conductores que no tienen al caído al frente arrancan y los que si tienen el problema intentan desviarse para introducirse entre los que pueden avanzar, soportando los impacientes bocinazos de los que desde atrás, desconocedores del accidente, exigen vía libre. En la vereda ya se han agolpado personas esperando el próximo cruce; el gordo del traje y la creída del echarpe piensan y comentan – pobre hombre, lo van a atropellar. Una morenita, de vestimenta común, pantalones y blusa, piensa a gran velocidad, este relato es obligadamente lento las acciones casi simultáneas, piensa – viejo tonto , le pasó por andar con los pies a la rastra, al mismo tiempo piensa – Que querría yo que hicieran por mi si yo estuviera ahí y se contesta - que me salven de ser atropellada – y actúa, salta y se coloca delante del caído, con los brazos levantados, cambia nuevamente la luz y otras personas ayudan a levantar al anciano que salvo el susto y ligeras contusiones quedó como para seguir cruzando calles.
La morena pensó – Que querría yo - La morena actuó. No hubo un pensamiento afectivo previo, más bien fue critico - …por no levantar los pies…
El diccionario de la Real Academia, versión 1997 dice:
Empatía. f. Participación efectiva y, por lo común afectiva, en una realidad ajena.
El siquiatra y autor norteamericano Brian Weiss asegura que una de las razones de nuestra existencia en la tierra es que nuestra alma adquiera el conocimiento de la empatía y la conducta de vida transcurra regida por su práctica. Las almas de estas personas, según Brian Weiss, han logrado un importante avance en el camino a la perfección. Continúa este autor asegurando que empatía es la capacidad de meterse en la piel de otro, sentir lo que siente, ponerse en su lugar, ver a través de sus ojos, sentir placer por el triunfo ajeno, comprender la ira y el dolor de las demás. Los espíritus que carecen de empatía no pueden evolucionar.
El grupo de Chochas por la Literatura tuvo la oportunidad de conocer en carne propia el beneficio una acción ejecutada según indica la empatía, durante la ceremonia de lanzamiento del libro “En Rucamábhida” Esta experiencia personal puede conducirlas a ellas, que dedican parte de su tiempo al oficio de escribir, a beneficiar a muchas personas informándolas de una acción tan antigua como el ser humano y tan poco llevada a la práctica. La empatía entronca, desde otro punto de vista, con “No hagas a tu prójimo lo que no quieras que hagan contigo.”
Un anciano de andar algo más lento, cerca de su vereda de destino, tropieza con un ligero desnivel del pavimento cae de bruces y la luz cambia permitiendo el paso de los vehículos.
Ocurren simultáneamente muchas cosas: los conductores que no tienen al caído al frente arrancan y los que si tienen el problema intentan desviarse para introducirse entre los que pueden avanzar, soportando los impacientes bocinazos de los que desde atrás, desconocedores del accidente, exigen vía libre. En la vereda ya se han agolpado personas esperando el próximo cruce; el gordo del traje y la creída del echarpe piensan y comentan – pobre hombre, lo van a atropellar. Una morenita, de vestimenta común, pantalones y blusa, piensa a gran velocidad, este relato es obligadamente lento las acciones casi simultáneas, piensa – viejo tonto , le pasó por andar con los pies a la rastra, al mismo tiempo piensa – Que querría yo que hicieran por mi si yo estuviera ahí y se contesta - que me salven de ser atropellada – y actúa, salta y se coloca delante del caído, con los brazos levantados, cambia nuevamente la luz y otras personas ayudan a levantar al anciano que salvo el susto y ligeras contusiones quedó como para seguir cruzando calles.
La morena pensó – Que querría yo - La morena actuó. No hubo un pensamiento afectivo previo, más bien fue critico - …por no levantar los pies…
El diccionario de la Real Academia, versión 1997 dice:
Empatía. f. Participación efectiva y, por lo común afectiva, en una realidad ajena.
El siquiatra y autor norteamericano Brian Weiss asegura que una de las razones de nuestra existencia en la tierra es que nuestra alma adquiera el conocimiento de la empatía y la conducta de vida transcurra regida por su práctica. Las almas de estas personas, según Brian Weiss, han logrado un importante avance en el camino a la perfección. Continúa este autor asegurando que empatía es la capacidad de meterse en la piel de otro, sentir lo que siente, ponerse en su lugar, ver a través de sus ojos, sentir placer por el triunfo ajeno, comprender la ira y el dolor de las demás. Los espíritus que carecen de empatía no pueden evolucionar.
El grupo de Chochas por la Literatura tuvo la oportunidad de conocer en carne propia el beneficio una acción ejecutada según indica la empatía, durante la ceremonia de lanzamiento del libro “En Rucamábhida” Esta experiencia personal puede conducirlas a ellas, que dedican parte de su tiempo al oficio de escribir, a beneficiar a muchas personas informándolas de una acción tan antigua como el ser humano y tan poco llevada a la práctica. La empatía entronca, desde otro punto de vista, con “No hagas a tu prójimo lo que no quieras que hagan contigo.”
<< Home