Gerontología.
En agosto el espacio sólo nos permitió referirnos al significado de la palabra del título, a la resistencia al uso de la palabra vejez aplicada a nosotros. Tenemos que decir e insistir, salirnos de las palabras doctas y divulgar nuestra condición y estado en nuestro lenguaje cotidiano. Nuestra condición y estado causado por el paso de los años. Las arterias perdieron fuerza, elasticidad y resistencia -¿De todos?- Unos si y otros no. Unos antes y otros después. Unos un poco, otros un mucho y otros un muchísimo. Lo que es común a todos es que la fuerza, la resistencia y la elasticidad perdida no se recuperan y los cuidados médicos intentan retardar el aumento de las pérdidas y vamos a las pesadas, molestas e importunas repeticiones: el tabaco, el alcohol, la alimentación inadecuada, los esfuerzos excesivos y la vida sedentaria son realmente perjudiciales.
No dudamos que usted pretende seguir levantándose por la mañanas y acostándose por las noches con entera libertad y según sean sus decisiones, para que ello sea posible y durante todas esas horas entre una y otra acción viva la vida y no la contemple desde una silla de ruedas o postrado en una cama es necesaria una disciplina de vida que seguramente usted ya conoce o cuya información puede adquirir muy fácilmente en el consultorio o donde su médico.
Si usted libre y soberanamente opta por “Lo comido y lo bailado nadie me lo ha quitado” –o- “Para que me cuido tanto si igual me voy a morir” tenemos que reconocerse su derecho a pensar así y obrar en consecuencia. Si intenta a arrastrar a otros a su modo de pensar ¿No se está poniendo al servicio de Satanás?
No dudamos que usted pretende seguir levantándose por la mañanas y acostándose por las noches con entera libertad y según sean sus decisiones, para que ello sea posible y durante todas esas horas entre una y otra acción viva la vida y no la contemple desde una silla de ruedas o postrado en una cama es necesaria una disciplina de vida que seguramente usted ya conoce o cuya información puede adquirir muy fácilmente en el consultorio o donde su médico.
Si usted libre y soberanamente opta por “Lo comido y lo bailado nadie me lo ha quitado” –o- “Para que me cuido tanto si igual me voy a morir” tenemos que reconocerse su derecho a pensar así y obrar en consecuencia. Si intenta a arrastrar a otros a su modo de pensar ¿No se está poniendo al servicio de Satanás?
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