martes, septiembre 06, 2005

Cuando fui al poli

Una contradictora me interroga ¿Con que objeto habla de lo que ya todos sabemos?
Suele ocurrir que el conocimiento está disponible en la memoria y lo que ese conocimiento indica como correcto, de necesaria y ventajosa aplicación lo descuidamos y nos perjudicamos. En la década de los setenta fui operado de la columna. Instrucciones para mi vida de post operado: algunos ejercicios para mantener la capacidad de los músculos que prestan apoyo a la columna, y cuidar la dureza de glúteos y abdomen cada vez que levante un peso, aún cuando sea un par de kilos. El viernes fui al supermercado y entre las compras estaba una bolsa de 10 kilos de alimento para mis perros; ¿Trasladarla del carro a la cajuela del auto? Sencillo. Se toma, se alza, se da un medio giro de cintura con los brazos bien estirados y se baja. Olvidé cuidar la dureza que correspondía y sabía. En la noche me despierta un extraño e inesperado dolor costal derecho. ¿De donde salió, porqué está aquí? Durante el día el dolor se hizo presente en forma leve y a ratos. Conclusiones: ya está pasando, se me va quitar hoy. Como decía un tío de Melipilla “Las buenas peras” En la noche el dolor me obligó al uso de analgésicos y durante el día estaba o desaparecía y en una de esas dolió fuerte asomando la preguntita insidiosa ¿Cómo iré a pasar esta noche? y la lucecita ofreciendo solución: ¡El Consultorio Nº 2 tiene Servicio de Urgencia!
La atención fue pronta, amable, eficiente y la inyección me permitió dormir una buena noche.
Que rico, para un viejo como yo encontrar solución a un problema de dolor físico y contar con Chocherías para dejar constancia cuando las cosas mejoran.
Gracias Poli numero dos.