martes, abril 05, 2005

Las llaves del agua.

Bubo me pide un tema para llenar media página que está libre y a mi respuesta que tengo una sequía de la imaginación y llevo una semana sin que se me ocurra nada me aplasta con su típica respuesta: El tema lo necesito ahora, la próxima semana estaríamos muy atrasados y usted puede, siempre puede”
Por lo menos dame algún tema, te insisto que no se me ocurre nada.
¿Qué le parece algo en que haya personas, diferencias entre el ayer y el hoy, algún aspecto digno de destacar del lenguaje?
Mi Ángel de la guarda me sopla al oído “Escribe de las llaves del agua”
Por venir la sugerencia de quien viene, repito, sin la menor convicción ni idea de que podré escribir con relación a ese asunto, voy a intentar con, pienso para mi ¿será posible? y digo: las llaves del agua. La mirada de Bubo dice claramente a este Chocho le llegó la cuarta o quinta vejez y dice firmemente:
Ese tema se lo redacto yo inmediatamente, al vuelo, la llave del agua es un ingenio de metal con un ajuste de material blando que permite o impide o regula el paso del agua o de cualquier líquido. No hay más que decir, es muy corto, no me sirve y busque otra cosa.
Como tengo quien me sople al oído escucho y repito: ¿Cómo cierras una llave? y agrego, fuerte, para que no gotee y ¿Porqué? porque así te enseñó tu mamá a ti y la mía a mi y la gran mayoría de las mamás a sus pequeñitos que recién se iniciaban en la interesante y novedosa maniobra de dejar correr agüita y entrar en conocimiento de ese líquido. Muy luego sentíamos la orden-reprimenda: ¡No juegues con agua! ¡Cierra bien la llave para que no gotee! Si no se apretaban bien quedaban goteando y eso ocurría porque el elemento de ajuste era de suela y ese material cumplía malamente su cometido. Desde cuando tuve conocimiento de las cosas, seguramente a los cuatro o cinco años de edad conocí las gomas de borrar y los chupetes de goma para mamaderas y entretención. Mi hermano Bernardo usó los de entretención hasta los cuatro años, le decían que cuando se casara iba a sacarse el chupete de la boca para besar a la novia. Ajuste de goma para llaves no había, ahora los hay y respetar la orden materna ¡Apreta fuerte! los daña.
Cumplido el encargo como se pidió, aunque pasó de media página, hubo personas, y también ayer y hoy, pero nada acerca del lenguaje. Le encomendamos a Tontín esa parte, Esperen.