¡Sorpresa! Desde una crónica de Yeya.
El libro “En Rucamábhida” nos sigue sorprendiendo. La municipalidad de Doñihue, generosamente, promovió el resultado de esta osada aventura. ¡Si, ellos se interesaron en nuestro modesto quehacer!
Envió a algunas de las Chochas dos de su propia comuna y dos de la vecina Coltauco a San Vicente de Paul, escuela agrícola sita en Quimávida. Con la afable conducción de don Samuel Hudson, él dirige agricultura y también es versado en lengua española y lenguas autóctonas, se encontraron estas Chochas con la juventud que se prepara para obtener de la madre tierra elementos indispensables en la conservación de la vida. Lo alumnos escucharon con interesada y real atención lecturas del libro pero no querían una exposición unilateral y transformaron el encuentro en una peña artística alternando lecturas con actuaciones musicales, una vez guitarra a la siguiente flauta dulce y en una tercera un coro.
Cada Chocha se despidió con una rosa blanca en su mano y la emoción de un encuentro vejez-juventud de mucho simbolismo.
La cosa no podía quedar ahí y la municipalidad de Coltauco recibió al mismo grupo de Chochas en su biblioteca con una disposición diferente, el relato de la génesis de “En Rucamábhida” fue saboreando exquisitas sopaipillas con pebre, calzones rotos y otras delicias a gustar. En lugar de la peña artística hubo una animada y feliz tertulia con aderezo de sabores.
Haciendo justicia: Las once en San Vicente de Paul también fueron exquisitas y la exposición del libro en Coltauco atentamente escuchada, celebrada y con palabras de aliento ”Sigan muchachitas.”
Envió a algunas de las Chochas dos de su propia comuna y dos de la vecina Coltauco a San Vicente de Paul, escuela agrícola sita en Quimávida. Con la afable conducción de don Samuel Hudson, él dirige agricultura y también es versado en lengua española y lenguas autóctonas, se encontraron estas Chochas con la juventud que se prepara para obtener de la madre tierra elementos indispensables en la conservación de la vida. Lo alumnos escucharon con interesada y real atención lecturas del libro pero no querían una exposición unilateral y transformaron el encuentro en una peña artística alternando lecturas con actuaciones musicales, una vez guitarra a la siguiente flauta dulce y en una tercera un coro.
Cada Chocha se despidió con una rosa blanca en su mano y la emoción de un encuentro vejez-juventud de mucho simbolismo.
La cosa no podía quedar ahí y la municipalidad de Coltauco recibió al mismo grupo de Chochas en su biblioteca con una disposición diferente, el relato de la génesis de “En Rucamábhida” fue saboreando exquisitas sopaipillas con pebre, calzones rotos y otras delicias a gustar. En lugar de la peña artística hubo una animada y feliz tertulia con aderezo de sabores.
Haciendo justicia: Las once en San Vicente de Paul también fueron exquisitas y la exposición del libro en Coltauco atentamente escuchada, celebrada y con palabras de aliento ”Sigan muchachitas.”
<< Home