En busca de una madre. Autora Nila
Doris es una niña muy amorosa y cándida, estudia para maestra, hija muy regalona, de buena condición económica. Sus estudios los realiza lejos de su hogar donde al principio hechó mucho de menos a su familia. Luego con sus prácticas en diferentes colegios se fue encariñando con sus alumnas y no sentía que estaba sola.
En una de sus prácticas en un colegio municipal donde los niños están carentes de muchas cosas materiales y algunos faltos del cariño familiar, conoció a un niño muy humilde que siempre estaba arrinconado y solito; se veía muy triste. Doris empezó a fijarse en él, se preocupó mucho pensando ¿Qué le pasará a este niño? Sus compañeros eran muy crueles, lo trataban de huacho, flojo, cochino, etc. Como Doris estaba en su práctica lo veía solamente una vez a la semana y esto la tenía muy desorientada. ¿Qué hacer por este niño que se veía tan desmejorado? Empezó a hablarle en los recreos, su nombre es Elías, de unos ojos verdes, tez pálida, físico bajito más bien delgado, cursaba el cuarto año básico, no sabía mucho, le costaba aprender. Doris le ofrecía dulcecitos para acercarse a él. El niño los recibía y salía corriendo. Un día que estaban en clases el niño se acercó a la profesora y le entregó un dibujo de regalo. Doris quedo impresionada por el acercamiento y en el recreo lo llamó para conversar con él, le tomó la manito para hacerle cariño y el niño no la rechazó y desde entonces empezó una linda amistad entre ellos.
Doris se encariñó con Elías, se quedaba horas extras para enseñarle y se pusiera al día con sus compañeros. La confianza fue creciendo en el niño y le contó a Doris que él no tenía mamá ni papá, que vivía con una señora que lo maltrataba y no se preocupaba de él. Elías quería tener una mamá que lo cuidara y fuera a la escuela a saber sus notas como los otros niños, esto le impactó mucho a Doris y desde entonces cada vez lo trataba con más cariño.
Cuando fue a visitar a su familia les contó el caso y que ella estaba muy pero muy encariñada con el niño y tenía ganas adoptarlo cuando se recibiera. Sus padres la apoyaron pero falta mucho para eso, hay que hacer muchos trámites y tu tienes que tener una buena condición económica.
Bueno, pasó el tiempo, terminaron las clases. Doris sufría al pensar que pasaría con el niño. Empezó a visitarlo a su casa, conoció a la señora que lo cuidaba, con la cual hizo una buena amistad consiguiendo que le diera permiso para llevarlo con ella y lo conocieran sus padres.
Elías estaba muy contento con su nueva familia y quería de mamá a Doris. Estudiaba mucho para agradarle, aprendió las tablas, las multiplicaciones y las divisiones que era lo que más le costaba. Ahora era un niño muy feliz, lleno de vida.
Los padres de Doris estaban encantados con él y decidieron adoptarlo cuanto antes les fuera posible.
Doris estaba tan contenta con todo que preparó su tesis y terminó sus estudios con altas calificaciones y Elías fue el niño más feliz porque ahora tenía unos padres muy buenos y una hermana que había sido su profesora. Ya había encontrado la madre que tanto había deseado.
Doris se preocupó de sus estudios y fue un muy buen alumno en los años siguientes, siendo el orgullo de todos.Elías al fin encontró lo que buscaba, una familia que lo adoraba y la madre que se preocupaba de todo lo que a él le pasara; llegó a adulto siendo un gran profesional y el orgullo de una maestra que se preocupó del problema de aquel niño triste, sin madre.
En una de sus prácticas en un colegio municipal donde los niños están carentes de muchas cosas materiales y algunos faltos del cariño familiar, conoció a un niño muy humilde que siempre estaba arrinconado y solito; se veía muy triste. Doris empezó a fijarse en él, se preocupó mucho pensando ¿Qué le pasará a este niño? Sus compañeros eran muy crueles, lo trataban de huacho, flojo, cochino, etc. Como Doris estaba en su práctica lo veía solamente una vez a la semana y esto la tenía muy desorientada. ¿Qué hacer por este niño que se veía tan desmejorado? Empezó a hablarle en los recreos, su nombre es Elías, de unos ojos verdes, tez pálida, físico bajito más bien delgado, cursaba el cuarto año básico, no sabía mucho, le costaba aprender. Doris le ofrecía dulcecitos para acercarse a él. El niño los recibía y salía corriendo. Un día que estaban en clases el niño se acercó a la profesora y le entregó un dibujo de regalo. Doris quedo impresionada por el acercamiento y en el recreo lo llamó para conversar con él, le tomó la manito para hacerle cariño y el niño no la rechazó y desde entonces empezó una linda amistad entre ellos.
Doris se encariñó con Elías, se quedaba horas extras para enseñarle y se pusiera al día con sus compañeros. La confianza fue creciendo en el niño y le contó a Doris que él no tenía mamá ni papá, que vivía con una señora que lo maltrataba y no se preocupaba de él. Elías quería tener una mamá que lo cuidara y fuera a la escuela a saber sus notas como los otros niños, esto le impactó mucho a Doris y desde entonces cada vez lo trataba con más cariño.
Cuando fue a visitar a su familia les contó el caso y que ella estaba muy pero muy encariñada con el niño y tenía ganas adoptarlo cuando se recibiera. Sus padres la apoyaron pero falta mucho para eso, hay que hacer muchos trámites y tu tienes que tener una buena condición económica.
Bueno, pasó el tiempo, terminaron las clases. Doris sufría al pensar que pasaría con el niño. Empezó a visitarlo a su casa, conoció a la señora que lo cuidaba, con la cual hizo una buena amistad consiguiendo que le diera permiso para llevarlo con ella y lo conocieran sus padres.
Elías estaba muy contento con su nueva familia y quería de mamá a Doris. Estudiaba mucho para agradarle, aprendió las tablas, las multiplicaciones y las divisiones que era lo que más le costaba. Ahora era un niño muy feliz, lleno de vida.
Los padres de Doris estaban encantados con él y decidieron adoptarlo cuanto antes les fuera posible.
Doris estaba tan contenta con todo que preparó su tesis y terminó sus estudios con altas calificaciones y Elías fue el niño más feliz porque ahora tenía unos padres muy buenos y una hermana que había sido su profesora. Ya había encontrado la madre que tanto había deseado.
Doris se preocupó de sus estudios y fue un muy buen alumno en los años siguientes, siendo el orgullo de todos.Elías al fin encontró lo que buscaba, una familia que lo adoraba y la madre que se preocupaba de todo lo que a él le pasara; llegó a adulto siendo un gran profesional y el orgullo de una maestra que se preocupó del problema de aquel niño triste, sin madre.
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