Entre el techo y el cielo
Mi nombre es Monisisilícima Felinus Optimus, Vizcondesa de las Cumbres techadas; en febrero del año 2006 fui presentada por Toby a los lectores de Chocherías.
Hace pocos días tuve el desconcertante agrado de recibir de la populosa y progresista urbe de Coltauco la misiva que transcribo (sic)
“Soy una gatita muy linda. Mi nombre es Julia, los nietos de Cardelina me dicen Lula.”
“Les voy a contar algo que me pasó: Cierta gata estirada que se cree condesa de las cumbres techadas me mandó saludos con su amo.”
“De esta manera, la muy creída, me llamó campesina de las patas partidas. “
“Para que me conozca me presento: Soy Julia, la dama que nunca quiso marido. Soy la reina y señora de los campos floridos. Duermo donde quiero, el pasto es mi lecho, la luna mi cobija y el cielo mi techo”
“Dile a tu amo que te enseñe ciertas cosas de la vida, que no todas las campesinas tenemos las patas partidas. Así le contesto el saludo a Moni, recostada bajo mi mata de cedro. No creo que sea tan elegante pasear por los techos de la población San Pedro. Te saluda Lula.”
Estimadísima Lulita:
Amiga que seremos y mucho, ¡Como admiro tu lenguaje! Fluido, musical y las frases precisas, ágiles y poéticas…”la luna mi cobija y el cielo mi techo” ¡Que belleza! ¿De verdad tienes un cedro o quisiste decir cedrón? Yo duermo largas siestas al lado, no bajo, un aromático laurel. Rehusaste tener marido, no tuviste vocación de mamita, puede haberse perdido algún poeta insigne si hubieras tenido descendencia. Yo fui víctima de la abusiva intervención humana, me retiraron los órganos de la fecundación.
Tu carta tiene algún error, disculpable porque no me conoces y puedes haber sido engañada con información tendenciosa o sufrido un mal sueño. Mi padre, el vizconde, se esmeró en que creciera imbuida en sanos principios de respeto al prójimo insistiendo siempre en que todos los individuos del estado llano son muy dignos de consideración.
Te abraza y besa tus pies sin partiduras
Monisisilícima Felinus Optimus, para ti simplemente Moni.
Hace pocos días tuve el desconcertante agrado de recibir de la populosa y progresista urbe de Coltauco la misiva que transcribo (sic)
“Soy una gatita muy linda. Mi nombre es Julia, los nietos de Cardelina me dicen Lula.”
“Les voy a contar algo que me pasó: Cierta gata estirada que se cree condesa de las cumbres techadas me mandó saludos con su amo.”
“De esta manera, la muy creída, me llamó campesina de las patas partidas. “
“Para que me conozca me presento: Soy Julia, la dama que nunca quiso marido. Soy la reina y señora de los campos floridos. Duermo donde quiero, el pasto es mi lecho, la luna mi cobija y el cielo mi techo”
“Dile a tu amo que te enseñe ciertas cosas de la vida, que no todas las campesinas tenemos las patas partidas. Así le contesto el saludo a Moni, recostada bajo mi mata de cedro. No creo que sea tan elegante pasear por los techos de la población San Pedro. Te saluda Lula.”
Estimadísima Lulita:
Amiga que seremos y mucho, ¡Como admiro tu lenguaje! Fluido, musical y las frases precisas, ágiles y poéticas…”la luna mi cobija y el cielo mi techo” ¡Que belleza! ¿De verdad tienes un cedro o quisiste decir cedrón? Yo duermo largas siestas al lado, no bajo, un aromático laurel. Rehusaste tener marido, no tuviste vocación de mamita, puede haberse perdido algún poeta insigne si hubieras tenido descendencia. Yo fui víctima de la abusiva intervención humana, me retiraron los órganos de la fecundación.
Tu carta tiene algún error, disculpable porque no me conoces y puedes haber sido engañada con información tendenciosa o sufrido un mal sueño. Mi padre, el vizconde, se esmeró en que creciera imbuida en sanos principios de respeto al prójimo insistiendo siempre en que todos los individuos del estado llano son muy dignos de consideración.
Te abraza y besa tus pies sin partiduras
Monisisilícima Felinus Optimus, para ti simplemente Moni.
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