Imaginación desbocada
Dicen que los de la tercera edad no se enamoran. Yo estuve enamorada, tan enamorada como una colegiala, mi cuerpo se estremecía, mi corazón saltaba como una potranca salvaje de los cerros de Codegua. Estaba tan enamorada que decidí ir donde mi amado. Viajando pensaba como tendría que ser mi traje de novia. Sería como la espuma del mar, interminable. Al llegar donde mi amado tenía el rostro enrojecido. El me miró secamente. Yo le pedí Champaña y limonada caliente. Bueno. Ustedes querrán saber de quien estaba enamorada. Nada menos que del desierto de Atacama.
Aurora Gómez Lucero. (Codegua)
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