Omnia
En una revista antigua, julio de 1991, vieja, seguramente ha estado en varias manos y ha sido muy leída, sus tapas con algunas arruguitas, su lomo acusa desgaste y alguna pequeña rotura. Iba a mentir diciendo “cayó en mis manos” No, aquí tiene que haber intervención de mi ángel de la guarda, el ama a los mayores y me utiliza para entregar conocimientos como los que siguen:
¿Cuál es el órgano que consume mayor cantidad de energía? El cerebro o el corazón? Ninguno de los dos. El oído interno trabaja más duro.
Ahora bien, en cuanto al consumo de oxígeno, es el cerebro quien se lleva las palmas. El 20 por ciento de lo que respiramos es para la materia gris.
Si usted mi estimado amigo o usted viejita preciosa apenas meten un pichintun de aire a sus pulmones están entregando al cerebro un 20 por ciento bien escaso y así no se van a proteger de las demencias. Recuerda usted esos años en que corría y corría incansablemente ¿Cómo respiraba? Tan profundo que parecía que el aire empujaba las costillas hacia fuera y al diafragma hacia abajo y no retenía el aire, metía tanto aire como su pecho podía recibir y lo desalojaba inmediatamente. Igual podemos hacer ahora usando la intención de hacerlo ya que no podemos correr hasta el cansancio. Introducir aire empujando un poco, forzando las costillas hacia afuera y el diafragma hacia abajo, para que el 20 por ciento destinado al cerebro sea de un volumen eficaz en beneficio de la salud física y mental.
¿Cuál es el órgano que consume mayor cantidad de energía? El cerebro o el corazón? Ninguno de los dos. El oído interno trabaja más duro.
Ahora bien, en cuanto al consumo de oxígeno, es el cerebro quien se lleva las palmas. El 20 por ciento de lo que respiramos es para la materia gris.
Si usted mi estimado amigo o usted viejita preciosa apenas meten un pichintun de aire a sus pulmones están entregando al cerebro un 20 por ciento bien escaso y así no se van a proteger de las demencias. Recuerda usted esos años en que corría y corría incansablemente ¿Cómo respiraba? Tan profundo que parecía que el aire empujaba las costillas hacia fuera y al diafragma hacia abajo y no retenía el aire, metía tanto aire como su pecho podía recibir y lo desalojaba inmediatamente. Igual podemos hacer ahora usando la intención de hacerlo ya que no podemos correr hasta el cansancio. Introducir aire empujando un poco, forzando las costillas hacia afuera y el diafragma hacia abajo, para que el 20 por ciento destinado al cerebro sea de un volumen eficaz en beneficio de la salud física y mental.
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