Parrita salva a simón.
Jueves 3, mediodía. Pasa veloz en su bicicleta Julio Parra. ¿Lo reconocen por su nombre? Unos si, otros no. Es el cartero atento y alegre que procura recordarle sus cuentas por pagar, que ha sido portador de noticias buenas y de grandes alegrías como también de aquellas noticias que quisiéramos no haber recibido.
Más tarde pasa a dejarme un infaltable: Estimado cliente Su cuota del mes asciende a… más comisión, más… Y me cuenta Julito
”A una señora de la población del lado, villa La Reconquista, la siguió simón, un hermoso perro San Bernardo propiedad de vecinos.
Agrega Julio: “La señora me reconoció y me cuenta que hizo varios intentos para obligar al perro volver a su casa pero éste había decidido hacerla a ella objeto de su protección de tal modo que se encontraba en pleno Campos con Independencia en una situación insoluble, simón no iba a ser admitido en el lugar donde ella tenía su quehacer y si el bello perrito malo quedaba solo en la calle seguramente se iba a asustar y desorientar corriendo el grave riesgo de ser atropellado o capturado y devuelto a sus amos cuando se avinieran a despenderse de algún dinerillo. Ofreció Julio intentar le permitieran guardar a simón en el patio de Correos y, dadas las circunstancias, aceptaron la petición recomendándole que no hubiera un segundo episodio con un elefante protagonista. Voló Julio a la villa La Reconquista, ubicó a la ama de simón y éste fue rescatado algunos minutos más tarde.
Finalizamos sin moralejas ni aplausos, póngalos usted.
Más tarde pasa a dejarme un infaltable: Estimado cliente Su cuota del mes asciende a… más comisión, más… Y me cuenta Julito
”A una señora de la población del lado, villa La Reconquista, la siguió simón, un hermoso perro San Bernardo propiedad de vecinos.
Agrega Julio: “La señora me reconoció y me cuenta que hizo varios intentos para obligar al perro volver a su casa pero éste había decidido hacerla a ella objeto de su protección de tal modo que se encontraba en pleno Campos con Independencia en una situación insoluble, simón no iba a ser admitido en el lugar donde ella tenía su quehacer y si el bello perrito malo quedaba solo en la calle seguramente se iba a asustar y desorientar corriendo el grave riesgo de ser atropellado o capturado y devuelto a sus amos cuando se avinieran a despenderse de algún dinerillo. Ofreció Julio intentar le permitieran guardar a simón en el patio de Correos y, dadas las circunstancias, aceptaron la petición recomendándole que no hubiera un segundo episodio con un elefante protagonista. Voló Julio a la villa La Reconquista, ubicó a la ama de simón y éste fue rescatado algunos minutos más tarde.
Finalizamos sin moralejas ni aplausos, póngalos usted.
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