martes, junio 01, 2004

Los “Años Dorados” viajó a La Serena.

Al regreso de los viajeros me pongo muy en función de Chocho el Viejo, coproductor junto a Bubo de”Chocherías” y entrevisto ¿Cómo les fue?, ¿Qué vieron?, ¿Qué conocieron?, ¿Qué aprendieron? Y las respuestas solamente fueron: “Muy bien”, Todo muy bonito. ¡Flor de comunicación!
Lo que ellos no sabían es que el equipo de Chocherías, Bubo, Chocho el Viejo y Tontín, fueron en skate y se hicieron remolcar por el bus que los llevaba y los espiaron a su regalado gusto y lo que sigue mezcla espionaje y recuerdos comunicados por los viajeros a su vuelta.
Una visita al observatorio astronómico Mamalluca, cercano a Vicuña. Tendría este observatorio la característica de estar acondicionado para divulgar la astronomía. Los visitantes son recibidos al anochecer y al mirar por los telescopios, mediante un puntero láser les van mostrando las constelaciones.
Por ahí salta un recuerdo y homenaje a la impresionante belleza de la iglesia de Andacollo y Osvaldo Sepúlveda nos sorprende con su descripción de la iglesia Guayacán, de Coquimbo, totalmente construida en hierro, diseñada por Eiffel y traída de Francia a Chile por un hacendado de la región. A su muerte los herederos la regalaron a Coquimbo. Osvaldo preguntó por el número de pernos empleados en su armado. Se lo dijeron pero lo olvidó.
También recordaron la Cruz del Tercer Milenio, levantada en Coquimbo, de impresionante altura y con ascensores para llevar gente a los observatorios colocados en la cúspide. Osvaldo preguntó acerca del número de sacos de cemento usados en su construcción, el cálculo se aproxima a los 40 000 sacos.
Una mañana, cerca del mediodía el grupo visita la recova, que merece un aparte porque es un, al decir de Bubo, lugar de encuentro donde es rico estar. Edificio espacioso con tiendas de artesanía y expendio de recuerdos. Negocios dedicados a satisfacer el apetito que proverbialmente aumenta cuando se pasea y más en la costa
Deleitaba a los visitantes, muy numerosos, un dúo musical compuesto por órgano y saxofón; de pronto inicio los acordes de Mejillones, pieza que trajo a la memoria de Osvaldo y su esposa Leontina dulces remembranzas de juventud quienes, tras una mirada de acuerdo iniciaron un baile que inmediatamente fue imitado por otros matrimonios del grupo y seguido por muchos turistas de la recova.
El baile contagió entusiasmo al dúo musical que entregó numerosas y bellísimas piezas de Louis Armstrong. La fiesta duró hasta cuando fueron a almorzar. La Serena notó que los “Años Dorados“andaban por ahí.