La comunidad Cristiana
Hizo oír sus primeros balbuceos por el ya lejano 1973 al formar la Legión de María un grupo de señoras, algunas de ellas contando con el decidido apoyo y cooperación de sus maridos.
La dirección eclesiástica vino del padre Manuel Bal, sacerdote de Rancagua Sur y La Granja.
La Legión de María asumió las tareas de organizar a los católicos de la población San Pedro, catequizar, efectuar lectura de los Evangelios, visitar enfermos, prestar ayuda a necesitados.
El Matrimonio José Arias – Ofelia Soto habilitó un lugar en su domicilio para celebrar la santa misa todos los días sábados, práctica que duró hasta la construcción de la capilla. En las oportunidades que el matrimonio dueño de casa se ausentaba de Rancagua el matrimonio Hernán Orrego – Zulema Reinoso quedaba con llaves y la misa no se interrumpía.
El padre Manuel es recordado como guía espiritual, amigo, ejemplo de acción dinámica y realización efectiva. Una feligrés recuerda uno de sus consejos : Leer, leer siempre, sagrado y profano, leer aún cuando fueran solamente cuatro líneas al acostarse.
Una sectorización acordada por el obispado cambió a la población San Pedro de área dejándola dependiente de la iglesia de San Francisco y el padre Manuel fue reemplazado por el padre Bernabé Silva, también merecedor de muchos y gratos recuerdos.
Por esos años el eficaz accionar de la Legión de María derivó a la formación de la Comunidad Cristiana que calcula tener centenar y medio de integrantes, parte de los cuales forman un grupo denominado “Ayuda Fraterna” liderada por Gladys Lorca y dedicado a las acciones que sugiere el nombre del grupo.
La comunidad cristiana es asistida en la actualidad por el diácono Francisco Badilla
Olga Torres cumple las funciones de tesorera.
CHOCHERÍAS invita a esta colectividad a consignar recuerdos de personas y acciones, de esfuerzos y sacrificios, penas y alegrías, éxitos y fracasos de estos treinta años de existencia.
La dirección eclesiástica vino del padre Manuel Bal, sacerdote de Rancagua Sur y La Granja.
La Legión de María asumió las tareas de organizar a los católicos de la población San Pedro, catequizar, efectuar lectura de los Evangelios, visitar enfermos, prestar ayuda a necesitados.
El Matrimonio José Arias – Ofelia Soto habilitó un lugar en su domicilio para celebrar la santa misa todos los días sábados, práctica que duró hasta la construcción de la capilla. En las oportunidades que el matrimonio dueño de casa se ausentaba de Rancagua el matrimonio Hernán Orrego – Zulema Reinoso quedaba con llaves y la misa no se interrumpía.
El padre Manuel es recordado como guía espiritual, amigo, ejemplo de acción dinámica y realización efectiva. Una feligrés recuerda uno de sus consejos : Leer, leer siempre, sagrado y profano, leer aún cuando fueran solamente cuatro líneas al acostarse.
Una sectorización acordada por el obispado cambió a la población San Pedro de área dejándola dependiente de la iglesia de San Francisco y el padre Manuel fue reemplazado por el padre Bernabé Silva, también merecedor de muchos y gratos recuerdos.
Por esos años el eficaz accionar de la Legión de María derivó a la formación de la Comunidad Cristiana que calcula tener centenar y medio de integrantes, parte de los cuales forman un grupo denominado “Ayuda Fraterna” liderada por Gladys Lorca y dedicado a las acciones que sugiere el nombre del grupo.
La comunidad cristiana es asistida en la actualidad por el diácono Francisco Badilla
Olga Torres cumple las funciones de tesorera.
CHOCHERÍAS invita a esta colectividad a consignar recuerdos de personas y acciones, de esfuerzos y sacrificios, penas y alegrías, éxitos y fracasos de estos treinta años de existencia.
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